El Ayuntamiento de Murcia propone un nuevo recinto de conciertos en Thader ante la «inviabilidad» del Espacio Norte

El Ayuntamiento de Murcia mueve ficha y, ante la reciente sucesión de acontecimientos –empezando por el anuncio de recinto privado junto a la Nueva Condomina–, cree que ha llegado el momento de recuperar la iniciativa en relación a los espacios en los que deben celebrarse los grandes conciertos, festivales y espectáculos promovidos en la ciudad. Así, tras años de peticiones y debates sobre la creación de un recinto municipal permanente, el Consistorio ha optado por quedarse a medio camino y apostar por la incorporación de un nuevo recurso al catálogo del que dispone para la realización de este tipo de eventos, una vez que se ha decidido sacar de La Fica el grueso de la propuestas que venían celebrándose en esta enorme explanada.

La iniciativa municipal contempla la adecuación y vallado eventual del espacio que ocupa y circunda en la actualidad el infrautilizado Auditorio Thader, propiedad del Ayuntamiento y que se ubica entre el parking del centro comercial del mismo nombre y el enlace con la autovía A-30. Este equipamiento, construido en 2007 por la promotora Metrovacesa y cedido al municipio como compensación por el aprovechamiento urbanístico, apenas tiene capacidad para un millar de espectadores y una configuración con bancos de hormigón que lo hace poco funcional para este tipo de eventos.

El diseño propuesto por los técnicos del Servicio de Desarrollo Urbano del Consistorio plantea aprovechar la superficie que rodea dicho auditorio, ubicada actualmente sobre un terreno con pendiente, trasladando el escenario a la parte sur de la parcela, separada por un vial del parking de la tienda de muebles Ikea. La intención sería, así, la de dirigir las emisiones de los grandes altavoces y del resto de elementos de los equipos de sonido hacia el noroeste, área en la que no se ubica, en principio, ningún núcleo de población cercano.

Frente al escenario se podría habilitar, por tanto, la pista con una superficie de césped y, junto a esta, otra de albero, en las cuales se repartiría el público para presenciar las actuaciones. El espacio con superficie de tierra colindaría con el aparcamiento utilizado habitualmente por los usuarios de caravanas, el cual se mantendría en su formato actual casi en su totalidad, perdiendo una pequeña área que se destinaría a la colocación de una zona de aseos, que se complementaría con otra similar a la derecha del escenario.

Finalmente, junto a este se habilitaría una zona de 'backstage', de servicio para los artistas y el resto de trabajadores del espectáculo, mientras que se permitiría ubicar un área de hostelería en el paseo o terraza elevada construida junto al auditorio, que desembocaría, en el extremo norte, en otra zona para el descanso y la instalación de 'foodtrucks'. Eso sí, cada promotora debería, en principio, responsabilizarse de la preparación del recinto de manera previa al uso solicitado, una operación que a simple vista, y dada su configuración espacial, no parece sencilla y anima, incluso, a realizar alguna que otra obra.

Defiende el Consistorio que este nuevo recinto podría disponer de una capacidad de público importante, aunque sin concretar el tamaño aproximado de los aforos; también que cuenta con buenas conexiones con el centro y otros municipios, a través del servicio de tranvía y de la autovía, así como con zonas de aparcamiento y otros servicios asociados al área comercial, incluidos dos hoteles.

Insisten, además, fuentes municipales en que las molestias vecinales deberían ser mínimas o prácticamente inexistentes, por su ubicación alejada de cualquier ámbito residencial. Es esta última característica la que da fuerza a este proyecto frente al llamado Espacio Norte, iniciativa privada impulsada por la promotora murciana de conciertos Monkey Pro. Porque, aunque el Auditorio Murcia Norte –tal y como ha llamado el Consistorio a su propuesta– sería un recurso a disposición de cualquier actor interesado, no se puede ignorar que esta iniciativa surge casi como respuesta o alternativa al planteamiento Monkey Pro, el cual tiene todos los visos a encallar.

Y es que el Ayuntamiento de Murcia ya ha transmitido a la promotora murciana que su proyecto, que tenía ya cinco eventos programados para los que se estaban vendiendo entradas, «no resulta viable», al menos en los plazos temporales que esta maneja. Hay que recordar que la intención de Monkey Pro es la de crear en los próximos meses un recinto privado de conciertos en una parcela ubicada al suroeste del estadio Enrique Roca, con la que colinda. Esta iniciativa había generado malestar entre los vecinos tanto de los edificios ubicados al norte del campo de fútbol como en su extremo meridional, más allá de la próxima autovía A-7, donde se enclava la urbanización La Ladera.

Finalmente, las autoridades municipales han concluido en un informe técnico que, con arreglo a la Ley Regional 2/2017 de simplificación administrativa, no es posible autorizar este recinto ya que, en contra de lo piensan sus promotores, no es posible hacer uso de él sin contar con una licencia de actividad, la cual no puede tramitarse, en caso de que cuente con una respuesta positiva, en el plazo de menos de un año. Hay que recordar, no obstante, que las competencias respecto a la autorización para la realización de espectáculos públicos están en manos de la Comunidad Autónoma, que es la que tiene la última palabra.

Por ello y pensando en los conciertos de Monkey Pro ya programados –en el sector se trabaja con casi un año de adelanto– el Consistorio ha articulado la alternativa de Thader, aunque sin contemplarla como un recinto único permanente, ya que para repartir la presión generada por este tipo de eventos se deberán seguir diversificando las ubicaciones, que pueden contemplar otros puntos como el Cuartel de Artillería, el Murcia Parque, el auditorio del Jardín de Fofó o la propia Fica, que seguirá acogiendo, por ejemplo el Warm Up. Por ello, se está articulando un reglamento que regule el uso y cesión de todos estas opciones.

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