Arranca el tranvibús de Murcia: 26 minutos desde la Alameda de Colón a La Arrixaca

«No cumplen con sus horarios, siempre llegando tarde y siendo pocos», cuenta Marta, una enfermera de La Arrixaca, que no deja escapar un autobús ordinario al ver que seguía sin aparecer el tranvibús, aunque admite que se queda con muchas ganas de hacerlo. Un cuarto de hora después se asomó el flamante vehículo tras cruzar el Puente Viejo. Ante su enorme dimensión y colores distintos a los acostumbrados, negro y azul, su conductor, Bienvenido Martínez, se vio forzado a asegurar a los usuarios que su ruta es la misma que la del 26A. El lunes, cambiará a la 26C, con el Campus de Ciencias de la Salud como destino final.

El tranvibús, con una capacidad de poco más de 100 pasajeros, realiza las mismas paradas que un autobús de una línea corriente. Y gracias a los nuevos carriles de autobús, tardó 26 minutos en su primer viaje desde el jardín de Floridablanca a La Arrixaca, aunque se prevé que baje de los 20 minutos, según las intenciones del Consistorio. «En general, hemos reducido un tiempo de 10 a 15 minutos por las nuevas vías destinadas solo a los autobuses», confiesa Martínez. El billete normal cuesta 1,85 euros y con el bono, 46 céntimos, pero será gratuito desde este viernes hasta el 7 de enero como acicate para fomentar su uso.

«Supe del tranvibús por el grupo de WhatsApp, pero no me esperaba que lo fuera a coger esta mañana porque desconozco el horario que tiene«, explica Pepa Bernal, una pasajera que se desplazó a El Palmar por un trámite familiar. Cree que impulsará la utilización del autobús porque la «nueva cara de modernidad» del servicio seguramente consiga atraer a otros usuarios. Más escéptica, en cambio, es su acompañante, Ángela Gil, también sorprendida por el nuevo servicio. «Si no me dice el conductor que va a El Palmar, no lo tomo», relata esta señora de 50 años, que prefiere esperarse unos días antes de vaticinar si se sentirá un cambio.

En la misma línea está Diego Mazuchelli. «Hay que seguir apostando por la sostenibilidad y por mejorar el transporte para que los ciudadanos se muevan con más facilidad y terminen por escoger un transporte público en vez del privado; veremos cómo evoluciona», apunta este estudiante de Farmacia que se dirigía al campus de Ciencias de la Salud. Ana Belén Borgoñón, también estudiante, confía en que mejore el servicio después de preguntar si el tranvibús la llevará hasta el campus. «Hay días que tenemos que esperar más de una hora para coger un autobús, hemos perdido clases y prácticas por la irregularidad de los horarios», lamenta la joven de Lorca.

Otros viajeros ironizaron diciendo que el conductor los llevaría a un destino diferente al deseado por la forma extravagante del vehículo, mientras que otra usuaria exclamó: «¡Cuánta modernidad!». A su vuelta a Murcia, pasa por la estación de ferrocarril de El Carmen antes de volver a Floridablanca para meterse hacia la Glorieta y terminar su ruta en el Malecón, donde Bienvenido avisa a los pasajeros que deben bajarse por tratarse la última parada del trayecto del nuevo servicio.