Miguel Ángel Marín y José Antonio Mármol, ayer, en una sala del Museo Arqueológico de Murcia.

Dos expertos diseñan una ruta que une los yacimientos de la Cordillera Sur

José Antonio Mármol y Miguel Ángel Marín presentan hoy el proyecto en el congreso de la Asociación de Arqueólogos en Glasgow

Fernando Perals

Jueves, 3 de septiembre 2015, 01:28

«Pretendemos atraer los beneficios del turismo sostenible, preservar y conocer los restos arqueológicos y darles un sentido para el senderista que nos visita», asegura el arqueólogo José Antonio Mármol (Beniaján, 1991). Junto al historiador Miguel Ángel Marín (Torre Pacheco, 1991) presentan hoy en el congreso de la Asociación Europea de Arqueólogos, que se celebra en Glasgow (Escocia), el proyecto 'Arqueorutas' ante más de 600 profesionales en una ponencia que ofrecerán en inglés.

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  • Itinerario.

  • Al tomar el camino se pasa por cuevas, canteras de yeso y hornos. Esta ruta, además, posee un valor paisajístico y vistas de la ciudad de Murcia desde la Cordillera Sur.

  • Dificultad.

  • Baja y media, durante los 16 kilómetros, con un desnivel de 610 metros.

  • Principales atractivos.

  • El senderista encuentra a su paso terrazas de cultivo, canteras de yeso, hornos árabes, la cruz de Miravete, la cueva de Antonete Gálvez, la cueva del Morciguillo y la cruz del Puntarrón.

  • Pedanías.

  • Beniaján, Torreagüera y San José de la Vega.

El estudio se centra en la Cordillera Sur de Murcia, donde se encuentran las pedanías de Beniaján, Torreagüera y San José de la Vega. El área seleccionada para realizar la investigación se sitúa entre el Puntarrón y el monte Miravete, a 425 metros sobre el nivel del mar, en el parque natural de Carrascoy y El Valle. En el recorrido predomina una geología con gran presencia de calizas y yesos. «Este espacio debe de estar protegido ante las inclemencias del tiempo y señalizado para llamar la atención del senderista. La cueva de Antonete Gálvez es muy peligrosa porque la falta de luz esconde los pozos», indica Mármol. Utilizada por aficionados a la espeleología, en su interior esconde «muchos secretos de nuestro patrimonio».

Arqueólogo e historiador ven necesario señalizar el recorrido con pequeños carteles con códigos QR para ofrecer información y medidas de seguridad. Serán accesibles a través de diferentes plataformas, como teléfonos inteligentes y tabletas, y con varios formatos -fotografías, vídeos-. «Lo que queremos es que sea una información que sea alimentada por los propios senderistas, con comentarios, imágenes y documentales subidas al portal http://archaeoroutes.blogspot.com», afirma Marín. La dificultad de estos caminos está catalogada como de tipo fácil y medio, aunque hay tramos difíciles para los no experimentados. Son recorridos de tipo circular, de las que se entra y se sale desde un mismo punto y que se pueden completar en unas tres horas.

La ruta se inicia en la ermita de San Antón de Beniaján. Muy cerca se pueden encontrar restos de las terrazas de cultivo de la época argárica, que se asentó en el sureste de la Península Ibérica hace entre 4.500 y 3.600 años. En Torreagüera se llega a la cruz de Miravete y a los hornos que datan de la ocupación islámica y las canteras de yeso del siglo XIX. Al llegar a San José de la Vega, se pueden observar los sistemas tradicionales de riego de la huerta y el poblado del Puntarrón Chico.

Financiación

Mármol y Marín propusieron a los alcaldes pedáneos señalizar y adecuar el recorrido a las visitas, «pero nos dijeron que se encontraban en época electoral y no tenían financiación. No obstante, seguimos en el proyecto y nos sorprendimos cuando fuimos elegidos por el comité seleccionador del congreso».

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'Arqueorutas' podría reactivar la economía local de las tres pedanías, «ya que los senderistas consumirían en los comercios de estas poblaciones, ahora solo núcleos dormitorios de la capital al perder prácticamente su industria hortofrutícola», subraya Mármol.

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