Ángel y Obdulia, en su casa del barrio del Carmen.

Amor de platino

Ángel Martínez y Obdulia Miras celebran este domingo su aniversario de boda: cumplen 65 años casados

María García Clemente

Domingo, 8 de febrero 2015, 11:30

Publicidad

Hay historias de amor que no aparecen en los libros de cuentos, pero que merecen la pena ser contadas. Son amores que se fraguan como sólo los de verdad lo hacen: con cariño, paciencia y respeto. Personas que se conocen y crean, desde la primera vez que se ven, una relación que perdura por encima de los años y los sucesos. Así es la historia de Ángel Martínez y Obdulia Miras, que se casaron hace 65 años y que aún continúan juntos, en su acogedor piso del Carmen, en Murcia. Este domingo celebran sus particulares bodas de platino acompañados de dos de sus tres hijos, sus nietos y bisnietos, cuando escribirán una página más de la historia que les unió definitivamente el 2 de febrero de 1950.

Ambos nacieron en 1924, aunque Ángel vino al mundo en Murcia y Obdulia en Cartagena. Quiso el destino que, tras la guerra, Ángel se hiciera ferroviario y que sus múltiples viajes le llevaran a la ciudad portuaria, donde dormía en casa de su tía, una modista de la ciudad. Hasta allí acudían por la tarde las jóvenes de la zona para aprender el oficio. Y entre las mozas, Obdulia. "Me llamó la atención que tenía un carácter abierto, simpático, y tenía muy buena educación" explica el hombre. Y a Obdulia, que tenía otros pretendientes, le conquistó este murciano 'barrigaverde', como le apodaban sus hermanos: "Nos conocimos, me gustó el chico y pensé 'Este ya para mí'".

Tras conseguir el permiso paterno para cortejar a la joven y siempre acompañados de una carabina, Ángel y Obdulia pasaban las escasas horas que les permitía el trabajo en Renfe paseando y contándose los pormenores del día: "No podía robarle ni un beso. Antes los noviazgos eran más serios que ahora", explica Ángel. Después llegó la mili en Valencia, aunque consiguió el traslado a Cartagena como ingeniero radio óptico. "Y así la pasé, del cuartel a Santa Lucía y de Santa Lucía al cuartel". Hasta que, después de cuatro años 'hablándose', se celebró la boda que los uniría como marido y mujer en la iglesia del barrio, en una ceremonia pequeña y familiar, como se acostumbraba entonces.

Esa boda fue el comienzo de su vida en común, de una convivencia de la que nacieron los pequeños Elvira, Víctor Manuel y Joaquín, los hijos que todo matrimonio debe de tener, según Obdulia, porque "traen la alegría a la casa". La noticia de su nacimiento la recibió Ángel subido en un tren, como interventor que era. Mientras que él recorría España, ella se quedaba en casa cuidando de los niños, echándolo de menos. Y es aquí donde reside el secreto de Obdulia para que una pareja aguante tanto tiempo juntos: "Mucha paciencia. Y no protestar para que todo vaya bien". Ella mataba el tiempo de su ausencia haciendo trabajos manuales en el Centro de la Mujer que ahora decoran las paredes de su casa.

Publicidad

Y para Ángel, cuyo mayor vicio es el fútbol "Veo al Real Murcia muy mal, ¡con la de jugadores murcianos que tenemos en Primera!"-, lo más importante es el respeto entre los dos miembros de la pareja: "Y quererse, porque si es verdad que se aman, deben respetarse y no tienen que llevarse la contraria. Aunque ahora es muy difícil, porque se conoce a mucha gente y las parejas se ven de vez en cuando, conocen a mucha gente, y si no hay amor".

Y así, con amor de verdad, fueron pasando los años, y llegó la celebración de las bodas de plata y de oro, donde juntaron a todos los miembros de la familia tanto cartagenera como murciana. Ambos, con 90 años, cuentan con buena salud y disfrutan paseando por una Murcia moderna, muy distinta a la de su juventud, en una Gran Vía sin edificios y con descampados; y van a tomar el sol en su piso de Santiago de la Ribera. Este domingo se volverán a reunir para celebrar esos 65 años de casados: "Dicen que no se celebran hasta los 75, pero me parece que no vayamos a llegar. ¡Tenemos 90 años ya! No tenemos achaques, pero ya saldrán. Quizás lo celebremos año a año, como los cumpleaños. Pero siempre los dos juntos".

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad