Cinco estudiantes de la UMU, atrapados en Argentina por el coronavirus

Cinco estudiantes de la Universidad de Murcia se encuentran atrapados en Córdoba (Argentina) en pleno estado de alarma en España por la propagación del coronavirus. Es el caso de María Iniesta, Luis Carrasco, Clara Martínez, Ángela García y Alberto Pérez, alumnos de 4º y 5º de Medicina que están en el país sudamericano haciendo una beca similar a la Erasmus.

La pandemia del Covid-19 apenas ha afectado a la ciudad en la que residen desde hace meses. Tan solo hay una decena de casos en una población que roza el millón y medio de personas. Pero la petición del Ministerio de Sanidad y de las autoridades pertinentes es cristalina en este sentido: todos los ciudadanos españoles deben regresar a sus domicilios lo antes posible para combatir el virus y frenar su propagación.

Y en esa circunstancia se encuentran los cinco jóvenes de la UMU y sus respectivas familias, atravesando una situación «insólita», tal y como señala Javier Iniesta, padre de una de las jóvenes. Y es que la sorpresa se la encontraron justo cuando parecía que todo iba a acabar y los chicos regresaban a casa. «El domingo compramos billetes de vuelo de Iberia por casi mil euros para que volvieran haciendo escala en Santiago de Chile. Cuando llegaron al aeropuerto les cancelaron el vuelo sin previo aviso y la policía les amenazó con detenerles porque estaban incumpliendo la cuarentena», relata Javier.

Los chicos volvieron a sus domicilios de Córdoba, ya que, afortunadamente, no habían entregado las llaves a sus caseros. Y ahí siguen por el momento. Ellos y sus familias se encuentran en contacto continuo con el consulado y dos representantes de la Universidad de Murcia en Argentina: Matías Balibrea y Gustavo Yepes. Todos están en busca de soluciones para traer de vuelta a los estudiantes porque, por el momento, las que les dan es «como pasar de Guatemala a 'Guatepeor'», comenta Javier.

«Tenemos dos opciones: volar desde Córdoba a Sao Paulo y desde ahí a Madrid, o ir en autobús a Buenos Aires (700 kilómetros), salir hasta Santiago de Chile, y desde ahí a la capital de España. No tenemos ninguna garantía de que no los paren en Sao Paulo, ni la seguridad de que en el viaje a Buenos Aires vayan a contraer el virus o les dejen salir desde la capital argentina», relata el padre de María. Además, añade que la compañía aérea no devuelve el dinero del vuelo cancelado, sino que «da un bono para otro vuelo en el plazo de una semana, algo que no sirve para nada».

Los que se encuentran en España mezclan la sensación de intranquilidad, angustia e incertidumbre. El aumento de positivos por coronavirus no cesa y le situación, según indican los expertos, se va a complicar aún más. Mientras tanto, con el fin de acabar con esta vorágine, todos los protagonistas han decidido poner un alto en el camino y permanecer a la espera de acontecimientos. «Los chicos están bien y tranquilos. Las medidas en Argentina se han tomado con mucha antelación y la situación no preocupa tanto. Aunque lo más sensato y lo que recomiendan es traelos de vuelta, ellos no descartan quedarse. Esperaremos a ver qué ocurre, pero lo más razonable sería un vuelo directo desde Buenos Aires hasta Madrid para que nuestros hijos volvieran a casa».