Frutos para el Patrón de Cieza, a falta de fiestas

El de ayer fue sin duda el día de San Bartolomé más atípico de cuantos se recuerdan en Cieza. Habría que remontarse a los años de la Guerra Civil, entre 1936 y 1938, para ver una suspensión casi total de las actividades de la Feria y Fiestas en honor al Patrón. Es una circunstancia que nadie imaginaba que iba a volver a ocurrir, pero, ayer, apenas 150 personas pudieron asistir a la misa en la Basílica de Nuestra Señora la Asunción, donde se realizó una ofrenda floral y de frutos a tan insigne imagen para los ciezanos.

Este va a ser el único acto que se va a realizar durante los nueve días de fiestas, que se prolongan hasta el próximo 31 de agosto, cuando de nuevo la imagen de San Bartolomé será protagonista. Se colocará en el Balcón del Muro y, desde allí, se procederá a la bendición de los campos. Al mismo tiempo, se implorará al patrón que interceda para la eliminación de la actual situación de pandemia.

El acto estuvo lleno de recuerdos de hace apenas un año, cuando en la Feria de Cieza no faltaron momentos tan tradicionales como las procesiones con el patrón, el concurso de autos locos o la fiesta del arroz y conejo. Tampoco los tradicionales conciertos en la plaza de España, el Festival de Folclore en el Segura o las actuaciones teatrales en el Capitol o el auditorio Gabriel Celaya.

En presencia del alcalde, Pascual Lucas, los hermanos de San Bartolomé entregaron al patrón de la capital de la Vega Alta del Segura flores y fruta recién cosechadas de los campos. La presidenta de San Bartolomé, Gema Sánchez, se dirigió a todos los vecinos animándoles a que «pasen estos días inciertos de la mejor manera posible, con mucho cuidado y con la esperanza de que el año próximo, todo volverá a la normalidad».