Obras de reforma en la central hidroeléctrica de Cañaverosa (Calasparra). IBERDROLA

Las centrales hidroeléctricas de la Región de Murcia pasan por el taller

Tres instalaciones en Ulea, Abarán y Calasparra han sido reformadas para colocar nuevas turbinas y equipos tecnológicos más eficientes y con menor impacto ambiental

Miércoles, 2 de abril 2025, 01:06

La Región de Murcia no acapara dentro del panorama nacional grandes recursos hidroeléctricos en sus cauces fluviales y conducciones de agua, pero mantiene un potencial ... interesante que las compañías energéticas no quieren desaprovechar. España está inmersa en la repotenciación hidráulica y en la mejora de la eficiencia de sus centrales, y la Comunidad también está jugando un papel en esta etapa de modernización de estas instalaciones.

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El parque hidroeléctrico de la Región acumula una importante antigüedad tras décadas en funcionamiento, e incluso algunas centrales han dejado de operar y se encuentran abandonadas, como la de El Menjú (Cieza). Casi todas las que están en funcionamiento se ubican dentro del rango de minicentrales, con una potencia inferior a diez megavatios. Según el inventario del actual plan hidrológico de la Cuenca del Segura, Murcia tiene operativas 17 centrales, la mayoría ubicadas en torno al río Segura, en las vegas Alta y Media.

Tres de ellas, las centrales de Cañaverosa, en Calasparra (operada por Iberdrola), y las de Ulea y Abarán (gestionadas por la empresa vasca Barbo Energías Renovables) han pasado o están en plena ejecución de unas obras de reforma para mejorar el rendimiento de los equipos hidráulicos. Las tres instalaciones han recibido unas ayudas totales de 585.188 euros del Ministerio para la Transición Ecológica, con fondos europeos 'Next Generation', para la renovación tecnológica y ambiental de estas instalaciones.

En el primer caso, la multinacional energética va a rehabilitar la central de 4,44 MW con la instalación de una nueva turbina Francis, la mejora en los accesos al azud de toma de agua, la impermeabilización de la central y el depósito y, por último, «la adecuación y sostenimiento del túnel». Fuentes de la compañía remarcan que estas actuaciones buscan «reducir el impacto ambiental de las centrales hidroeléctricas». Junto con esto, se promueve la renovación de una infraestructura que estará dotada «de tecnologías punteras para lograr una mejora del equipamiento hidráulico, electromecánico y eléctrico».

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En la central de Ulea también se han llevado a cabo cambios en su equipamiento «para mejorar el rendimiento», explica a este periódico Pablo García, director gerente a Barbo. «Han sido unas reformas pequeñas, como un cambio de turbinas», mientras que en Abarán se ha instalado un equipo de variación de frecuencia «para funcionar en otro rango de velocidades». La empresa posee otras tres centrales en Ojós (El Solvente) y Archena, y espera poder optar a nuevas ayudas estatales para continuar con la modernización de sus instalaciones en la Región.

Solo un 0,21%

Las centrales hidroeléctricas operativas en la Región tienen una potencia global de más de 35 MW, lo que supone un 0,21% de toda la producción estatal. Es decir, la Comunidad es la que menos aporta entre todos los territorios de la Península, según datos de Red Eléctrica Española. Como grandes instalaciones destaca la central de Almadenes (Cieza), perteneciente a Iberdrola, con una capacidad instalada de 12,88 MW. La compañía vasca Barbo es la segunda que más centrales opera, mientras que la energética alemana E-ON saca rendimiento de los bombeos de agua en las conducciones de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. Otra en Totana también está asociada a la infraestructura del postrasvase.

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Algunas instalaciones se construyeron en las primeras décadas del siglo XX, de ahí la necesidad de rejuvenecer la maquinaria para seguir aprovechando el potencial de esta energía renovable. Los municipios de Albacete dentro de la demarcación hidrográfica del Segura acumulan también gran parte del parque hidroeléctrico de la cuenca, aunque también en la provincia andaluza de Jaén.

Pocos caudales y un terreno sin grandes desniveles

El caudal del río Segura y sus afluentes en la cabecera han sido motivo de cierre de algunas centrales hidroeléctricas de pequeño tamaño debido a la poca agua que podían aprovechar. El problema de la falta de volumen que llega hasta los saltos de agua de los que se aprovechan estas instalaciones se suma al inconveniente del terreno en la cuenca. La orografía del Segura es poco accidentada, por lo que existen escasos desniveles de los que puedan beneficiarse las hidroeléctricas, lo que, en líneas generales, reduce el potencial energético en este campo de la Región de Murcia. El cañón de Almadenes o los cauces en la cabecera del Segura son los mejores puntos para generar energía por la velocidad del agua.

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