Zara deja la calle Mayor de Cartagena sin un motor comercial

Primero cerraron los grandes bares y las tiendas de toda la vida, que tanto lustre daban a la calle principal de la ciudad. Ahora son los comercios de grandes marcas más antiguos. El cierre de la primera tienda que Zara abrió hace treinta años en Cartagena deja la calle Mayor y todo el centro sin uno de sus principales motores comerciales.

El establecimiento echó la persiana definitivamente el sábado por la noche, en cumplimiento de los planes que la cadena de moda gallega, presente en todo el mundo, tiene para reducir costes e impulsar el comercio digital. En los últimos meses, otras ciudades de similar tamaño, como Toledo, Almería, Elche, Cádiz y Jerez, han visto como Zara clausuraba establecimientos en sus cascos urbanos.

No obstante, la firma mantiene su tienda de Espacio Mediterráneo, una de las más grandes de ese centro comercial. Según indicaron fuentes de la plantilla, la veintena de empleadas mantienen sus contratos en otras tiendas y como refuerzo en los sistemas de venta por internet. Zara es de las cadenas que permiten la retirada en sus establecimientos de productos adquiridos en su portal web. También realiza allí cambios y devoluciones.

Desde entidades como la Cámara de Comercio y la asociación Centro Comercial Abierto reconocieron que Zara era desde su apertura «un baluarte, un buque insignia» para todo el sector en el centro. Cada día pasaban por sus instalaciones decenas de personas que completaban su recorrido de compras en el entorno.

El problema, según los comerciantes, es que el cierre de Zara llega acompañado de los de otras firmas. También en noviembre cerraron definitivamente las zapaterías de la marca Rumbo que había en las calles Mayor y Carmen, así como tiendas de moda y de deportes cercanas.

La pérdida de turismo por la pandemia, especialmente el de cruceros, ha sido determinante en la clausura definitiva de algunos de estos establecimientos.