Las dependientas actuales de Moda Re-, Mari Carmen y Carina, colocan la ropa en los percheros de la tienda. Antonio Gil / AGM

La tienda de Cáritas de Cartagena emplea a cuatro personas en riesgo de exclusión social

La iniciativa Moda Re, abierta en 2021, crece entre los consumidores más concienciados, que valoran la calidad de sus prendas y el buen precio

Lunes, 1 de abril 2024, 00:17

La tienda Moda Re-, ubicada en la calle Santa Florentina, concede una segunda oportunidad a la ropa y complementos usados, al medio ambiente y a las personas en riesgo de exclusión social. La iniciativa social de Cáritas ha sido «muy bien acogida» por los clientes ... cartageneros, que han perdido el pudor a comprar prendas reutilizadas y que cada vez están más concienciados sobre la conservación del entorno y comprometidos con las causas sociales. Un estilo de vida que se abre camino entre los consumidores más jóvenes: uno de cada tres consumidores de Moda Re- es menor de 35 años.

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La tienda abrió sus puertas en julio de 2021 y en el último año duplicó las ventas con respecto a 2022, aunque su responsable, María López, prefiere no hablar de números porque «somos un proyecto social que se ocupa del bienestar de las personas». Tal es el éxito de este establecimiento, al igual que el de la calle Platería en Murcia, que Cáritas inauguró este mes de marzo otro en la Ciudad del Sol. Los beneficios son destinados «de forma íntegra al desarrollo del proyecto».

«Hay auténticas gangas y tienes la tranquilidad de que cada céntimo está destinado a una labor social. Es una manera de ser más sostenibles y de que no se nos vaya la cabeza con las tendencias, que son cíclicas y siempre vuelven, y que no marcan el estilo de una persona», explicó Carmen Solís, a su salida de la tienda Moda Re- de Cáritas. No es la única que apuesta por este modelo al alza, que según las estimaciones de diferentes portales de transacciones entre particulares, doblará a la moda de producción rápida en 2030.

Tratamiento en Barcelona

La tienda de Cartagena movió 77.550 kilos de ropa el año pasado procedentes de los más de veinte contenedores que Cáritas tiene en la vía pública, y de cuya gestión se encarga Recuperaciones del Sureste, así como de los que están en suelo privado, fruto del acuerdo de colaboración con cada propietario del terreno. Hay contenedores en la calle Francisco de Borja, en la Alameda de San Antón, en los colegios Hispania y Maristas, el Corte Inglés, Carrefour del Paseo Alfonso XIII, la parroquia de San Antón y la de San Vicente de Paúl, entre otras localizaciones. También hay un alto porcentaje de donaciones de grandes marcas y empresas locales, que dan salida a su estocaje.

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El proyecto moviliza 77.550 kilos de ropa usada en un año, gracias a donaciones de empresas locales y particulares

Las prendas almacenadas en la nave de mil metros cuadrados del Polígono Cabezo Beaza son enviadas a una planta de reciclaje en Barcelona para su tratamiento y vuelven renovadas para su venta en la tienda. Los productos que por su composición o estado no pueden ser reutilizados son reciclados y convertidos en trapos industriales, material de aislamiento acústico y térmico. Las prendas en buen estado regresan a la tienda de segunda mano Moda Re- y también son entregadas a familias en situación de vulnerabilidad.

De momento, por la tienda han pasado tres dependientas: dos en activo en Moda Re-, Mari Carmen y Carina, y otra que ha dado el salto al mercado laboral. El proyecto regional emplea a doce personas. Entre las cuatro de Cartagena también hay un conductor y un empleado de almacén. Cáritas contrata a personas vulnerables con problemas de empleabilidad y en riesgo de exclusión social. Durante el tiempo que están trabajando en la empresa de inserción, reciben formación y apoyo en la mejora de habilidades y competencias por parte de un trabajador social. La duración de los contratos en puestos de inserción depende del proceso personal de cada individuo, pero son inferiores a tres años. «El proceso finaliza en el mercado laboral ordinario, al que se enfrentan con mejores garantías de éxito», remarcó María López.

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Cada año hay más de 80.000 nuevos clientes

«El perfil de los consumidores resulta muy diverso. Hay gente que se muestra sensibilizada con el cuidado al medio ambiente y la labor social de Cáritas, pero también mucha otra que se siente atraída por el buen precio de las prendas donadas por empresas reconocidas. No hay estereotipos», explicó la responsable del establecimiento, María López. La segunda mano ha dejado de ser un mercado relacionado con la precariedad y tiene cada año más de 80.000 nuevos clientes de todas las generaciones y bolsillos, según datos de Cáritas.

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