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Antonio 'el Carpi', con su equipo, sirviendo pulpo en su bar de Cabezo Beaza Antonio Gil / AGM

¡Al rico pulpo!

TOMÁS MARTÍNEZ PAGÁN

Domingo, 4 de febrero 2018, 08:53

Tal y cómo reza el sabio refranero español , «hasta San Antón, Pascuas son». Pues bien, ya podemos dar por finalizada la Pascua tras la celebración de las fiestas de San Antón. En él, cada año, casi es de obligado cumplimiento pasar alguno de los dos fines de semana que duran sus fiestas, para degustar su sabroso pulpo, plato estrella.

Y precisamente eso fue lo que hice, el pasado sábado por la mañana, en compañía de Trino y Bienve. Fui a hacer un recorrido por esta zona de influencia del pulpo, para saborear no solo este exquisito manjar, sino también el ambiente. Nada más llegar a la plaza de la iglesia, el aroma de las planchas te empieza a envolver y decidimos hacer una primera parada en el Casablanca, donde pedimos unas cañas y un plato de pulpo, que el maestro planchista corta sobre la misma plancha mientras lo aliña con la botella en la que guarda los mejores sabores. Con pan de campo y un manojo de habas tiernas, frescas y sabrosas, nos comimos todo lo pedido con palillos, que parece que hace el pulpo más sabroso.

De camino a la siguiente parada, recordamos aquellas antiguas planchas ya desaparecidas: la del Pana, el Extremeño, la Taberna de Rafael... Y así, acompañados por la nostalgia del recuerdo, llegamos hasta la Despensa de María, donde nos atendió con suma alegría una chica que, poniéndonos unas habas de entrada, nos preguntó: «¿Qué quieren ustedes tomar?» Y nosotros volvimos a pedir una de pulpo y las correspondientes cañas, que ella nos sirvió con inusitada amabilidad. La verdad, he de decir que el pulpo estaba muy bueno, cortado en trozos homogéneos y bien condimentado. Pagamos, bien de precio, y a la siguiente parada.

Trino propuso ir a la Senda de los Elefantes, que estaba a tope, al igual que su pulpo, acompañado también de buena cerveza, perfectamente tirada, y unas habas tiernas y abundantes. Ya de regreso hacia la Trimilenaria, me suena el móvil y resulta ser mi amigo Jero, de la comparsa Los Singuangos: «Tomás, ¿es que no te vas a pasar por la pulpada de la comparsa?». Y como no me puedo negar, hasta allí nos desplazamos y en la plancha nos encontramos al maestro planchista y gaitero Carlos, que nos preparó un plato de pulpo al estilo chirigotero, que estaba de lujo.

Del bancal a la mesa

En un lateral de la mesa, una sera de habas, de esas que a las 8 de la mañana todavía estaban en la mata en la finca de La Aparecida (vamos, recién cogidas del bancal). Este grupo de carnavaleros le imprime a estas fiestas su sello personal. Cada año, cuando se reúnen en la cochera de su presidente, cada pareja trae un plato de elaboración casera para degustar tipo bufé; callos, pistos, carpaccios, empanada gallega, embutidos al corte, jamón, tostas de sobrasada, canapés... todo ello acompañado de una amplia variedad de buenos vinos blancos y tintos, Jumilla, Rioja y Ribera, además de exquisitos postres de elaboración casera a cuál mejor, y un mundo de hielo Premium hasta en el hielo de calidad 10. En fin, un final de jornada sanantonera de máximo nivel.

Ahora sí que nos ponemos ya en ruta hacia la Trimilenaria, donde nos encontramos en la Alameda con Chencho, Guerrero de Uxama, Cristo del Socorro, Piedad, Soledad, Cáritas... y un sinfín de temas más a los que presta su apoyo y trabajo y que, nada más vernos, nos invitó a la 'Gran Pulpada de Uxama'. Esta se celebrará a final de mes y se ha convertido ya en todo un acto institucional de los Uxama, que llevan ya varios años organizando este festival en el Club Social de la Autoridad Portuaria de Cartagena.

Con ese poder de convocatoria que tienen, cada año logran reunir a casi trescientos invitados de las sociedad cartagenera, haciendo que tiemble la viga maestra del local. Con diez Guerreros en plancha y otros tantos en bodega y logística, montan un sábado espectacular dedicado al pulpo, la quisquilla, los buñuelos de bacalao y un sinfín de exquisitos manjares, todos ellos de elaboración casera, con los que agasajan a sus invitados.

Y volviendo al tema de los pulpos, Bienve nos recomendó dos sitios más muy buenos, haciendo pulpos a la cartagenera: el Ría de Muros, justo enfrente del Parque de Los Juncos, donde Jesús prepara un pulpo de categoría, y la antigua Ferretería Morata, en el Polígono Cabezo de Beaza, donde todos los días 'el Carpi' hace pulpo a la plancha, con cefalópodos que le traen de la pescadería de Santa Lucía. Hay que reconocer que Antonio los elabora de maravilla y que Pilar los corta y sirve tipo gourmet. Nos contó Bienve que había celebrado una comida allí a principios de año, en el salón privado del local, y que había quedado contentísimo.

Antonio le preparó un menú, con entradas de buñuelos de bacalao con un toque de alioli suave, exquisitos, y un pulpo a la plancha que estaba delicioso; y como plato fuerte, arroz y pulpo para chuparse los dedos. Por calidad y precio, este menú se ha convertido en la estrella de la casa.

Locales emblemáticos

Para acompañar, hubo vinos de rueda de las Bodegas Castelo de Medina, situadas en el corazón de esta denominación de origen; allí cultivan la vid, vendimian, seleccionan, elaboran, embotellan y comercializan sus magníficos vinos blancos, rosados y tintos, premiados en los principales certámenes internacionales y «redondos» en calidad y precio. Con los entrantes, Antonio sirvió un Castelo de Medina verdejo VS, 100% verdejo, limpio y brillante, de color amarillo pajizo con ribetes verdosos. Fino y elegante en nariz, tiene gran persistencia y un retrogusto que invita a seguir degustando.

Con el arroz, puso un Castelo de Medina Verdejo FB, 85% verdejo y 15% Sauvignon Blanc, fermentado y envejecido en barrica. Es un vino amarillo con tonos dorados y reflejos verdosos, con aromas a vainilla, madera nueva, hierba cortada, heno, hinojo y anís, con gran cuerpo, equilibrado y con un largo postgusto que redondea la gran estructura de este vino.

En fin, pulpos, pulpos y más pulpos en nuestra ciudad, y la añoranza y el recuerdo de algunos de los emblemáticos locales ya desaparecidos, como El Taurino, El Baviera, Casa Gregorio, Casa Tomás, El Guarro... Aquella Cartagena que se nos fue, pero para la que existen alternativas y, buscándolas, se encuentran. Y les dejo ya comer tranquilos lo que a ustedes les apetezca hoy, con esta frase del insigne Charles Chaplin: «La vida es una obra de teatro que no permite ensayos; por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... antes de que el telón baje y la obra termine sin aplausos».

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