Ramón Jerez, vecino carthaginés
José Sánchez Conesa
Miércoles, 29 de enero 2025, 00:35
No pierde el ímpetu juvenil en su gestualidad, ni en sus proyectos vitales. Ramón Jerez Paredes (Fuente Álamo, 1960) nació en realidad en una casa ... ubicada en las cercanías de las cuestas a la entrada de la población fuentealamera. Pronto marcharon a residir a Los Beatos. Tras un grave accidente laboral de su progenitor, de profesión albañil, su madre debió emplearse como portera en un edificio de la Plaza de España habitado por ilustres como Diego Zamora y los doctores Casimiro Bonmatí, Ángel Abengoechea y Ángel Celdrán. Ramón era el hijo de la portera que se puso a currar en una papelería mientras estudiaba con becas.
Comienza a escalar la cumbre del porvenir estudiando en Murcia Magisterio, lo que le permitió conocer un ámbito desconocido en la auroral democracia, las reivindicaciones estudiantiles que lideraba, entre otros, Pepe Haro, consiguiendo con aquellas movilizaciones que estos estudios tuvieran sede en Cartagena. Algún porrazo de los grises costó.
También sabrá del pasado silenciado de su familia, de afiliación a UGT, y con las prácticas en el colegio de La Asomada entrará en contacto con el sindicato Sterm y lo veremos ejercer como voluntario en la educación de adultos que desarrolla de manera innovadora el colectivo Carmen Conde. Se ponía en marcha el programa regional de alfabetización y educación de adultos y Ramón estaba dentro de ese barco.
Antes de comenzar a vivir en Ciudad Jardín era vocal de Cultura y Educación en su asociación vecinal, de la que sería presidente durante ocho años. Profesional de la enseñanza, será elegido director del colegio público Vicente Ros, sito frente a los campos de fútbol del mencionado barrio y el Parque de la Rosa.
Entra en la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca como vicepresidente de Pepe Martínez en 1991, en un proceso que le aupará a la presidencia por seis años cuando éste último resulte electo como concejal de Cultura. Las victorias socialistas en todas las administraciones vació de cuadros a sindicatos y movimiento vecinal.
Referente vecinal
Recuerda cuando sacaron a la calle el día de la manifestación de la quema de la Asamblea Regional una pancarta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca, Favcav, unas siglas recién estrenadas que causaban extrañeza por doquier. Ello no impidió una cascada de adhesiones a la Federación, pasando ésta de 23 asociaciones federadas a casi 60, abriéndose a otros municipios próximos como Torre Pacheco y Los Alcázares.
Unos peldaños más se alcanzaron con la articulación de una federación regional llamada Cavemur y la nacional CAVE. Otra experiencia interesante impulsada por Ramón fueron las Jornadas Vecinales que durante años fueron convocadas con el propósito de reflexionar juntos el futuro del movimiento vecinal conviviendo festivamente en sábado luminoso.
La mayoría del movimiento vecinal se opuso a la constitución de la Juntas Vecinales Municipales porque suponían concentrar más poder en los partidos políticos radicados en Cartagena en lugar de desarrollar un programa de eficiente descentralización. Abundando en ello afirma que los cartageneros nos quejamos del centralismo de Murcia sin percatarnos del ejercido sobre los pueblos.
Estuvo en la preparación de los actos que celebraban el centenario de las Escuelas Públicas que hicieron de Cartagena la Covadonga de España, en el decir de Joaquín Costa. Ahora propone que festejemos los 125 de tan magno avance pedagógico.
Sufeta cartaginés
Ramón Jerez fue presidente de la tropa Baal Hammon, el dios principal de los cartagineses, sol fecundador de la tierra. De ahí pasó al cargo de sufeta, denominación de los integrantes del senado cartaginés. Cree que las fiestas son una excelente plataforma para que conozcamos nuestra historia más allá del jolgorio, por otra parte siempre necesario. Su propuesta pasa por llevar las fiestas y toda su significación a colegios, institutos y a la ciudadanía en general. Existe la queja de que el vecindario de pueblos y barrios no participa activamente, quizá habrá que ofertar a las asociaciones vecinales y otros colectivos sociales la experiencia de pasar una jornada disfrutando los actos y visitando el campamento acompañados por guías especializados. Ahora anda enredado en un proyecto Erasmus sobre las fiestas porque cree firmemente en el potencial educativo de las mismas. En su opinión Cartagena debe rendir homenaje a Anibal, uno de los grandes personajes de la historia de la Humanidad. Se ha hecho poco por conocerlo y reconocerlo.
Terminamos la conversación en el Archivo Municipal y sale con su jovialidad amistosa a la calle mientras comienzo a tejer esta prosa que recapitula instantes, experiencias y estampas de una vida que se extiende por seis décadas.
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