Navantia inicia la puesta en marcha en pruebas de equipos en el submarino S-82

El programa de submarinos de la Clase Isaac Peral, que construye Navantia para la Armada en Cartagena, registra un importante avance en el proceso de puesta a flote de la segunda unidad, el S-82 'Narciso Monturiol'. El astillero público anunció este martes que ha realizado «con éxito su primer hito de seguridad», con la puesta en tensión de todos los equipos de la nave. Dicho proceso consiste en el arranque de las redes principales y de socorro de distribución eléctrica.

A partir de este momento, los distintos equipos de navegación y combate del S-82 se pueden alimentar de un modo seguro desde su cuadro de distribución eléctrica. Este avance programado permitirá la gradual y progresiva electrificación de todos los equipos del submarino, con objeto de comprobar su correcto funcionamiento, tanto de forma individual como su integración con el resto de los que componen sus sistemas.

A partir de ahora, el 'Narciso Monturiol' entra en una nueva fase del proceso de fabricación antes de su puesta a flote, prevista para el próximo verano. Como ocurrió con el submarino que da nombre a la serie, el S-81, aborda ahora el cumplimiento del Plan de Gestión de Hitos de Seguridad en el Programa S-80. La finalidad es comprobar que el proceso de construcción y pruebas de este segundo submarino se realiza según los criterios del Programa S-80 y con un nivel de riesgo lo más bajo posible.

Navantia también informó de que en estas últimas semanas el barco, que permanece dentro de la nave de armamento del astillero, también ha sido sometido a las primeras pruebas de puerto. El plan contempla la realización hasta su entrega, prevista para finales de 2026, de más de 1.500 verificaciones técnicas, entre las pruebas de aceptación y las del constructor, incluyendo comprobaciones en puerto (tanto previas como posteriores a su botadura), de navegación y en inmersión.

Los submarinos S-80 tienen una eslora total de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 metros y un desplazamiento en inmersión de alrededor de 3.000 toneladas. Entre sus aportaciones tecnológicas destacan el sistema de combate y control de plataforma de Navantia Sistemas, así como un sistema de propulsión anaeróbico desarrollado por Navantia que aporta gran sigilo en inmersión, denominado Best-AIP. Este sistema de propulsión independiente de la atmósfera le permite obtener energía eléctrica, a partir de pilas de combustible que utilizan tecnología procedente del sector aeroespacial, a cualquier profundidad. Así, podrá permanecer semanas sin salir a cota periscópica, lo que mejora su discreción, principal atributo de un submarino.

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