Navantia comenzará a montar la vela del submarino S-82 a principios del año que viene

Los trabajadores de la empresa Mecánicas Bolea comenzarán a principios del año que viene a montar la vela del S-82 (Narciso Monturiol), que ha sido construida por esta empresa en sus instalaciones del polígono Cabezo Beaza durante los últimos siete meses. La pieza fue traslada al astillero en una complicada operación por tierra y mar en la que intervinieron un camión y una gabarra.

Un tráiler llevó la torreta del periscopio desde los talleres del polígono industrial donde ha sido construida hasta el muelle de San Pedro, justo frente a la Cofradía de Pescadores. Fue el pasado lunes por la noche. Debido a esta operación hizo falta cortar el tráfico en la autovía durante unos minutos. Ya en el puerto, por la mañana una grúa la colocó sobre una barcaza que la llevó por mar hasta los muelles del astillero. La operación comenzó sobre las once de la mañana y acabó a las dos de la tarde.

La torreta está construida en acero, pesa alrededor de 17 toneladas y mide 7 metros de altura. Según fuentes de la empresa, los trabajos de ensamblaje en el casco del sumergible comenzarán después de las fiestas navideñas.

El segundo submarino de la clase S-80 que Navantia tiene que entregar a la Armada Española se encuentra en una fase «muy avanzada», según indicaron fuentes del astillero. Los trabajos se centra en la equipación del interior y en la preparación del casco resistente, para que a finales del año que viene o principios de 2023 comiencen los trabajos de unión de todas las secciones. En estos trabajos participan cuatro empresas auxiliares.

A la misma vez continúan los trabajos en el resto de las unidades. En el S-83, una vez que la plantilla ha finalizado la fabricación de toda la estructura del casco, así como de los anillos de alargamiento, las tareas en el sumergible se centrarán ahora en el montaje de la estructura interior, donde también participarán montadores, mecánicos, electricistas y electrónicos, entre otros especialistas.

Se trata de unos trabajos muy esperados por las subcontratas y, sobre todo, por los trabajadores que participarán en esas labores, ya que les supondrá más de un año de ocupación, en la mayoría de los casos.

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