Ariadna Martínez, la mujer del cartagenero asesinado a balazos el pasado domingo en México Felipe Antonio Díaz, aseguró a las puertas del Servicio Médico Forense de Tijuana que desconoce quién puede haber matado al cocinero. «No fue un asalto. Fue un homicidio y pido justicia. No tenemos ninguna sospecha. Era una muy buena persona. No tenía enemigos», señaló. «Lo único que puedo decir es que se fue un gran hombre que ha dejado huella para muchas personas y sobre todo para mis hijos y para mí. Sabemos que fue asesinado pero no sabemos por qué, así que yo pido ayuda para que se esclarezca el caso y se haga justicia», reclamó.
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La mujer asegura que hay divergencias con la familia sobre la repatriación del cuerpo. «Ellos quieren llevárselo a España y yo, como su esposa, quiero que se quede aquí. Aún no hemos llegado a un acuerdo», afirmó.
La muerte del cocinero, que llevaba nueve años viviendo en Tijuana, deja sin padre a cuatro menores de edad, de 13, 11, 9 y 7 años, según explicó su viuda. «Mis dos hijas mayores nacieron en España y los más pequeños, aquí en Tijuana», señaló.
«Vivíamos en España, nos casamos, y nos vinimos a montar un restaurante, que era su sueño», aseveró Ariadna Martínez, quien reconoció que ahora vive preocupada por su seguridad. «Obviamente tengo miedo. No sé lo que tenían contra él. Nunca me habló nada de amenazas y se me hace imposible entender que lo hayan matado», concluyó.
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