Isabel Díaz Cano, 'La Levantina'
José Sánchez Conesa
Cartagena
Miércoles, 11 de septiembre 2024, 00:57
Hace unos años el Museo del Prado organizó una exposición dedicada exclusivamente a mujeres pintoras, todas ellas ausentes en los libros de historia. Isabel Díaz ... Cano (Cartagena, 1915-1989) fue una cantaora que pisó firme en un ámbito varonil, tanto que reiteradamente fue finalista en las primeras ediciones del Festival del Cante de las Minas, alcanzando el segundo premio de la primera convocatoria celebrada en 1961, tras Antonio Piñana, ganador de la Lámpara Minera. Su padre fue un pescador procedente de Carboneras y su madre era de Mojácar, siendo conocida como la mojaquera, gentilicio por el que sigue siendo conocida la familia.
La hemeroteca muestra la estela. Se anuncia que cantará saetas en directo, junto a Pedro Egea, durante la proyección de la película 'La tragedia del Gólgota' en el teatro Principal, «con el arte y el gusto que tienen demostrado» (Cartagena Nueva, 22-3-1927). Actuará en el bar Cervantes con el Niño de Coín (El Porvenir, 21-10-1929) y compartirá escenario con el gran Fanegas, El Rampa y el Niño de Triana, siendo definida como «la de la voz de platino» (La Tierra, 15 de febrero de 1930).
Extensa nómina de intérpretes encabezada por el Niño de Marchena y su orquesta, quienes cantarán en el Teatro Circo a beneficio de las milicias republicanas de Cartagena (Cartagena Nueva, 22-8-1936). El coso taurino de Cartagena acogerá un gran elenco de artistas, ente ellos el genio de la guitarra Ramón Montoya –de quien se ha dicho que abrió el siglo XX, cerrándolo Paco de Lucía–, La Niña de La Puebla, el Niño de Almadén y La Levantina (El Noticiero, 3-7-1943).
La artista ganó tal autoridad que algunos empresarios del espectáculo recurrían a ella para formar grupos
Años más tarde formará parte de las compañías de La Niña de La Puebla y de Finita Imperio, cantante de copla y paisana nuestra, junto al Niño de Carthago, entre otros muchos. Aquellas giras por el país la obligaban temporalmente a alejarse de su prole.
Isabel ganó tal autoridad que algunos empresarios del espectáculo recurrían a ella para formar las llamadas troupés, grupo de artistas de flamenco y copla, incluso humoristas, que a partir de los años 40 recorrerán barrios y pueblos de nuestro término municipal. Demostró en más de una ocasión las agallas que tenía cuando alguno de estos patronos regateaba la remuneración acordada previamente. Hablo con una de las hijas de Isabel, Loli Terol Díaz (Cartagena, 1941), en su vivienda del barrio de Santa Lucia, quien recuerda aquellas tardes pobladas de aspirantes a cantaores y cancionetistas en el hogar familiar del casco antiguo, justo encima del Teatro Romano. Todos querían ser escuchados y corregidos por La Levantina. Una casa humilde de puertas abiertas donde se compartía al menos un café, en una larga y dura posguerra. Loli me comenta que el sueldo del padre, electricista en el Arsenal, alimentaba diez bocas. Resultaban inevitables los ingresos procedentes del cante.
Saga familiar
Isabel 'La Levantina' destacó por tarantas, cartageneras, medias granaínas, fandangos, martinetes y saetas. Dice la hija que ella misma componía las letras de este canto religioso: «Míralo por donde viene/el Divino Redentor/ amarrado a una columna/ como si fuera un ladrón». A continuación me muestra un vídeo de la retransmisión que realizó RTVE de la procesión del Miércoles Santo Californio, en él constatamos que Loli siguió la tradición saetera, indicando explícitamente el rótulo de la productora que quien canta es hija de La Levantina.
Un concurso de saetas celebrado en la Casa del Pescador de Santa Lucía durante los primeros años 80 llevó el nombre de nuestra protagonista, más tarde continuado en la Barriada Virgen de la Caridad, Las Seiscienas, hasta 1992. Años más tarde el certamen de saetas de La Unión recupera tal nominación, obtenido el triunfador el trofeo Isabel Díaz La Levantina y 1.800 euros. Nos alegramos por este acto de justicia poética.
Debemos señalar que han sido cantantes de copla tres de las hijas de Isabel: la mentada Loli, Maruja y Pepa. Pedro, hijo varón fue cantante de música moderna e instrumentista. La primera de ellas tomaba parte en los concursos de aficionados que organiza la 7RM, siendo miembros del jurado y artistas invitados Manolo Escobar, Mocedades y Bertín Osborne. Obtuvo el primer premio en 2008. Su marido fue el guitarrista Manuel Avilés González, Niño de Cartagena (Cartagena, 1935-2022). Todos formaban parte de los espectáculos montados por la matriarca del clan.
La saga cantaora seguirá con José Luis Díaz 'El Mojaquero' y su hija, Loli 'La Mojaquera'. Ambos han competido en el certamen saetero de Cartagena que promueve la agrupación marraja de portapasos de la Piedad, iniciado en 2012 por el abogado Antonio Casado. Ella obtuvo premios de esta especialidad en Lorca y La Unión, formándose con las enseñanzas del padre, las clases de Raquel Cantero en el Conservatorio de la ciudad, las de Curro Piñana en el Conservatorio Superior de Murcia, las lecciones de El Rampa y Antonio Piñana Calderón. Es voluntad familiar que Loli 'La Mojaquera' cante ahora las letras que cantó 'La Levantina' ante los tronos pasionales en noches primaverales en que la luna viaja. Sigue manando la fuente.
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