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El aviso llegó a las dos y media de la madrugada y para esa hora las llamas que en la madrugada de este miércoles hicieron saltar todas la alarmas en Cabezo Beaza, ya habían arrasado, casi en su totalidad, la nave de Bolsera Mar Menor, en la Avenida Bruselas, y ya afectaba a otras cinco ubicadas a ambos lados y en la parte trasera de esta. La rápida intervención de los bomberos, tras ser avisados por el 112 a través de la empresa de seguridad del polígono, impidió que las llamas, originadas minutos antes de esa hora, fueran a más y que los daños fueran solo materiales.
Los bomberos consiguieron apagar las llamas en apenas dos horas. Primero, según explicó el jefe de este servicio, Francisco Gómez, los efectivos trasladados al lugar desde el Parque de Bomberos, se centraron en la nave donde comenzó el fuego y en la colindante, la del Portis, donde las llamas también arrasaron gran parte de las instalaciones. «El fuego se propagó entre los muros medianeros y la cubierta», explicó Gómez, que junto a la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, visitó la zona para hablar con los afectados.
En la nave arrasada no había casi actividad y en su fachada luce aún un cartel de «Se vende». En su interior había material plástico, que ardió prácticamente en su totalidad. Además, había un vehículo, una motocicleta y una carretilla elevadora, que también quedaron calcinados, informó el jefe de Bomberos.
El fuego afectó a otra nave contigua de accesorios industriales, que se vio dañada su pared medianera en la parte superior donde se encuentra la oficina y material de la empresa Aceros de Cartagena. Esta está dirigida por la empresaria María del Carmen Conesa, quien al conocer lo sucedido acudió al lugar. «He venido en cuanto me he enterado. Hay daños, pero afortunadamente vamos a poder seguir trabajando. Ahora veo, que el dinero que invertir en poner paneles ignífugos entre lo alto de la pared y la cubierta han evitado males mayores. Eso, creo que ha hecho que el fuego no entrara de lleno a mi nave», indicó a LA VERDAD.
En otras tres naves traseras, el humo y las sustancias empleadas en la extinción causaron también daños, sin llegar las llamas. Una de las más afectadas fue una de las dos que tiene un taller de coches, donde sí que hubo desperfectos considerables. También hubo afección a otro taller de chapa y pintura, contiguo al anterior, sobre todo en la cubierta y en una máquina de pintura, según los trabajadores.
Alrededor de las 10.30 horas uno de los focos se reavivó levemente, lo que obligo a que los bomberos volvieran a apagar el fuego. La alcaldesa destacó la rápida y efectiva intervención de los efectivos municipales de emergencias, gracias a que los vigilantes de la seguridad privada del polígono detectaron el fuego al poco de iniciarse. Así, valoró que esto «evitó que el fuego afectase a toda la manzana».
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