La Trimilenaria se vistió de flamenco con motivo de la inauguración del Club Flamenco Cartagena, situado en la calle Jiménez de la Espada número 31, local donde estuvo el mejor pub de la ciudad muchos años atrás: El Comodoro. El empresario cartagenero Aurelio Solana, presidente ... de Solana Entertainment, ha creado este club privado para traer a nuestra ciudad a los principales artistas flamencos del mundo. Por el tablao del club pasarán las mejores figuras de este arte, que a día de hoy están actuando en escenarios tan dispares como el Teatro Real de Madrid, el Liceo de Barcelona, Estados Unidos, Dubái, China y Australia, por poner algunos ejemplos.
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Solana Entertainment tiene como objetivo fomentar la cultura española en el mundo y se instrumentaliza a través del 'clubamigosdesolana.com', donde los amantes de la cultura española pueden acceder a experiencias, productos y servicios con marcado carácter español, en condiciones muy ventajosas. Con más de 15 años de trayectoria, se distingue por crear conceptos artísticos exclusivos, uniendo la elegancia y singularidad en sus producciones.
Ha realizado giras en los cinco continentes y disfruta de un gran reconocimiento social y empresarial sin comparación en este género. Además, su responsabilidad social e institucional promueve el progreso y el desarrollo del talento artístico.
Desde su constitución, Solana Entertainment tiene un acuerdo con la Fundación Cante de Las Minas. Por ello, el Club Flamenco Cartagena es la sede oficial del Festival en la Trimilenaria. En la inauguración, los 70 invitados pudimos disfrutar de Patricia Donn al baile, Mateos a la guitarra y Rocío Martínez al cante. Además de una exquisita cena, compuesta por queso artesanal Solana, tartaletas de foie, pan bao de salmón, tostadas de mejillones, brioche de cerdo y buen jamón, todo regado con los vinos tintos Solana: Fandango y Soleá, así como los blancos de la marca, Alegrías y Bulerías.
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Las emociones vividas en la gala perduran en la memoria de todos los asistentes después de apagar las luces, lo que conlleva que esperemos deseosos a que llegue el próximo 21 de noviembre para deleitarnos con la actuación del bailaor El Yiyo.
Después de la inauguración, Ezequiel, Lucho Ferruzzo, Mauro y un servidor quedamos para comer juntos y comentar sobre el proyecto de Aurelio Solana. El lugar elegido fue La Tasca del Tío Andrés, en el Paseo de Alfonso XIII. Al entrar impone la singular vitrina de la barra, con dos niveles repletos de tapas elaboradas en cocina: torreznos de Soria, croquetas, flamenquines, rollitos de salmón, surtidos de quesos, tortillas, caballitos en tempura, hojaldres de carrillera y aguacates rellenos. Todas ellas con una pinta que abren el apetito. Sentados en mesa, nos encontramos frente a nosotros una poesía enmarcada y dedicada a su fundador 'El Gañán'.
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«Me pediste una poesía, que no la puedo negar, por ser para ti este día de dicha y felicidad. Yo no llego a comprender, cómo pudiste llegar, en cuanto al ramo industrial, de soldadito de a pie, a Capitán General. Porque en Murcia y su Región, te conocen por 'Gañán', nombre que te quieren dar porque a decir la verdad te quieren de corazón. Por eso, en este momento, mi querido y buen amigo, como lo digo, lo siento, como lo siento, lo digo. Que en Murcia y su litoral, sin hacer ningún alarde, ¡Eres el tío más grande, aunque te llamen 'Gañán'!».
Horacio Blanco Ríos es un extremeño de Zarza de Granadilla, de la provincia de Cáceres, conocido por todos como 'El Gañán'. Según la Real Academia Española ese término significa «mozo de labranza, pastor de bueyes, hombre rudo y fuerte».
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Hace 47 años llegó a La Manga junto a sus hermanos Elsa y Manolo y, de la mano de su primer jefe en su etapa madrileña, alquilaron el restaurante Puerto Rico, cerca de Eurovosa. Después llegó el resto del clan familiar extremeño formado por nueve hermanos, siendo Horacio el mayor de los varones.
En el año 1991 Horacio y su mujer, Mati Valenti, perfecta compañera de viaje, abrieron el restaurante El Gañán en las Pirámides del Galán. Dos años después inauguraron en la Trimilenaria La Tasca del Tío Andrés, alma del grupo empresarial. Pero el matrimonio Blanco- Valenti continuó creando locales como el asador La Cobacha, también en La Manga.
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Siguieron creciendo y pusieron en marcha en la zona veraniega una pescadería y una frutería, que también les sirve de suministro para sus locales. Y el matrimonio, metido de lleno en los negocios de hostelería, fue el adjudicatario del catering de la Universidad Politécnica de Cartagena durante 14 años.
En 2001 volvieron a crear una nueva empresa. Esta vez fue el self-service del Puerto de Escombreras que da servicio a todo el Valle, perfectamente gerenciado por su hija Patricia. Ella forma parte de la segunda generación junto a su hermano Horacio, quien desde el año 1999 está al frente de La Tasca. Horacio hijo ha ampliado el local y lo ha convertido en un referente gastronómico de primer nivel en nuestra ciudad, en colaboración con su mujer Tamara.
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Y al grupo se continúan incorporando miembros de la familia y, de este modo, llega la tercera generación encarnada por su nieto Álvaro, hijo de Horacio y Tamara, un enamorado de la buena cocina. No en balde, ya se mueve entre fogones y en breve empezará a estudiar gastronomía en una de las grandes escuelas del norte de España. Lorena está al mando de los números, y los otros dos hermanos Jorge y Javi, uno, en Alemania y el otro, en Extremadura.
Horacio siempre ha apoyado todo lo relacionado con la cultura y sociedad cartagenera. En las fiestas de Carthagineses y Romanos de 1994 hizo una gran matanza de cuatro cerdos extremeños, que permitió que los festeros de la ciudad consumieran 1.500 kilos de carne. Asimismo, es miembro fundador del Foro Taurino-Cultural constituido en el 2001. 'El Gañán' continúa colaborando con diversos colectivos, como la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Esta ciudad lo ha acogido como un cartagenero más por su gran implicación.
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Y, sin darnos cuenta, Horacio nos descorchó un Heredad Candela de Bodegas Barahonda de uva Monastrell, para acompañarlo con una longaniza de pellizco y unas buenas lascas de jamón extremeño. Seguimos con unas anchoas triple 'O' sobre tostas de pan caliente con buen aceite y tomate rallado. Continuamos con unos níscalos de temporada con huevo poche y para refrescar, unos tomates Muchamiel con bonito depilado y tallos. El plato final consistió en un suculento chuletón de Rubia Gallega a la brasa que estuvo soberbio. El punto dulce fueron unas torrijas, las mejores de la Región.
Termino el artículo de bienvenida a noviembre con esta reflexión: «Si haces un favor, nunca lo recuerdes. Si lo recibes, nunca lo olvides».
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