Frente común para evitar el cierre de la Menéndez Pelayo

El consejero de Empleo, Investigación y Universidades, Miguel Motas, se comprometió este miércoles a «evitar que se siga adelante» con el cierre de la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Y lo hará de dos formas. Primero, se pondrá en contacto con el Gobierno central para exigir que mantenga el centro, y segundo, entrará a formar parte del consorcio que gestiona la universidad, compuesto por la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Cartagena, para hacer frente a los gastos comunes. Con ellos quiere hacer frente común para entre todos «lograr el mantenimiento de las instalaciones».

Motas se reunió este miércoles con el presidente de la Cámara de Comercio, Miguel Martínez, con el coordinador de los cursos de la Universidad, José Carlos Ros, y con el director académico de la misma, Juan Jesús Bernal, para tratar este asunto.

La rectora, María Luz Morán, anunció este martes que cerrará la sede de Cartagena por razones «académicas y económicas». Se comprometió a mantener la actividad académica en la ciudad portuaria este año, pero gestionada desde otra sede, para «optimizar los recursos económicos, que en estos momentos se ven menguados, por las actuales circunstancias». Eso es lo que, al menos, Motas quiere conseguir: «Mantener la actividad formativa en Cartagena». El consejero mostró su desacuerdo en que se apele a motivos económicos como causa del cierre y lamentó que «se utilice como excusa la pandemia para justificar una decisión política que no tiene justificación económica». Además, aseguró que «es inadecuado cerrar universidades cuando la situación que nos asola nos debe hacer apostar por la cultura y el acceso libre a la educación».

Para él, el cierre de la sede supondría un agravio comparativo de la Región con otras comunidades autónomas, que mantendrían al menos una, como es el caso de Andalucía. A pesar de perder la de Cádiz, todavía dispondría de la de Sevilla.