El conflicto entre la empresa mallorquina Globalia y Alsa comenzó en marzo del año pasado, cuando la primera adquirió la concesión del servicio de transporte público en la parada de La Palma. Hasta entonces, lo prestaba la alicantina Costa Azul junto a Alsa, mientras que en Pozo Estrecho, La Aparecida y La Puebla lo hacían otras empresas. Con la llegada de Globalia, esta y Alsa no llegaron a un acuerdo para mantener el servicio en las mismas condiciones. Desde entonces, los enfrentamientos entre una y otra han sido múltiples, ya que la segunda ha seguido prestando el servicio de igual forma en la diputación palmesana. Eso le ha costado recibir varias denuncias, hasta que el pasado miércoles decidió suprimir la línea para acabar con el conflicto. Desde el Ayuntamiento critican que no se haya resuelto este enfrentamiento ni con el anterior gobierno local, cuyas competencias tenía MC, ni por intermediación de la Comunidad Autónoma, que es la que otorga la concesión por delegación del Ministerio de Fomento.
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