Colas de hasta una hora y media para vacunarse en Cartagena

«Esto es una barbaridad. Llevo en la cola tres cuartos de hora. Son las dos de la tarde y este calor es inaguantable. ¿Qué está ocurriendo ahí dentro?». Andrés Conesa y su hija Laura, de 15 años, fueron dos de los muchos cartageneros que este viernes tuvieron que hacer cola a mediodía en la calle, a más de treinta y tres grados de temperatura y bajo un sol de justicia, para entrar al centro comercial La Rambla de la ciudad portuaria, para vacunarse contra el coronavirus. Problemas con la identificación de los jóvenes, el hecho de que muchos no respetaran la hora a la que fueron llamados y el que otros acudieran sin cita previa provocaron la ralentización de las vacunas y una acumulación de personas inusual. Esto último ocasionó una fila que dio la vuelta al edificio, cuya superficie es mayor a la de un campo de fútbol.

La acumulación de personas en el exterior comenzó sobre las doce del mediodía, una vez que los pasillos interiores de acceso a las zonas de identificación y vacunación se llenaron. Entonces la aglomeración fue creciendo a la misma vez que las quejas de las decenas de personas que allí se encontraban. Las altas temperaturas llegaron a provocar algún mareo entre los jóvenes. José Ramón Sáez y sus hijas Elena, de 13 años, y Adriana, de 16, llegaron diez minutos antes de su cita, a las 12.30, pero no consiguieron la dosis hasta pasadas las dos de la tarde. «Hemos estado en la calle sin nada de sombra, y dentro ni siquiera hay aire acondicionado», contó a LA VERDAD.

En situación similar estuvo Dolores Castillo, quien acompañó a su hija Lola. Estuvieron «una hora para entrar y 45 minutos para que la atendieran», dijo la madre. Pero lo peor fue «el calor insoportable», añadió.

La cola comenzó a diluirse sobre las dos y cuarto de la tarde, cuando funcionarios del Ayuntamiento ayudados por voluntarios de Protección Civil habilitaron una zona del centro comercial para albergar a los que esperaban en la calle. Pese a estos problemas, el Consistorio ha descartado abrir otro centro de vacunación masiva. Continuará usando el edificio del antiguo Eroski, que carece de aire acondicionado, cedido por el empresario Tomás Olivo.

Fuentes de la Consejería de Sanidad explicaron que la principal causa fue que muchas personas no respetaron la hora de citación. El PSOE de Cartagena denunció «las pésimas condiciones» en la organización. La secretaria de sanidad del PSOE de Cartagena, Caridad Rubio, pidió al Ejecutivo regional «que refuerce el personal sanitario». «Desmayos, inexistencia de ambulancias, chicos atendidos en el suelo y una hora y media en la cola con un calor insoportable en el exterior. Esta es la preparación para el proceso de vacunación del Gobierno del PP», criticó Rubio.

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