Un termómetro de móvil marca 28,2 grados centígrados en la biblioteca municipal. p. Sánchez / agm

Chanclas y abanico para ir a la biblioteca

Quejas de los usuarios del centro cultural Ramón Alonso Luzzy por el calor «infernal», debido a la avería del aire acondicionado

Martes, 2 de julio 2019, 02:21

Las chanclas, el pantalón corto, la botella de agua y un abanico resultan imprescindibles para aquellos que estos días eligen la biblioteca del centro cultural Ramón Alonso Luzzy para estudiar o leer un libro. El aire acondicionado de esas instalaciones está roto y les obliga a soportar temperaturas de hasta 28 grados, sobre todo por las tardes. Hartos de sufrir esta situación día tras día, y mucho más ahora con la ola de calor que invade desde el jueves la Península Ibérica, los usuarios se han unido y están recogiendo firmas para exigir al Ayuntamiento una solución «inmediata».

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«Por las tardes, cuando más calor hace, es complicado concentrarse. Hay que tener a mano un abanico o un trozo de cartón para hacerse aire. A veces, como estos días, es imposible aguantarlo», explica a 'La Verdad', Ismael Fernández, estudiante de la Universidad Politécnica.

Acude al Ramón Alonso Luzzy «porque me pilla cerca de casa», cuenta, «pero creo que me iré a las salas de estudio de la Universidad, porque allí sí que hay aire acondicionado». Eso es lo que han tenido que hacer muchos que usan la biblioteca para los últimos exámenes de las oposición a maestro y del Servicio Murciano de Salud. Al no haber salas de estudio en la ciudad, algunos eligen la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y otros la Politécnica, aunque en esta piden el carné de estudiante.

Recogida de firmas

Una usuaria habitual de la biblioteca municipal, María del Carmen Bouzón, se encarga de recoger las firmas, que irán acompañadas de una carta para explicar la problemática. «No funciona el aire acondicionado desde hace dos años y medio, estamos viviendo un calor infernal y el Ayuntamiento, pese a que se lo hemos hecho saber a través de los funcionarios de la biblioteca, no nos hacen ni caso», asegura.

La única posibilidad de evitar el calor es coger uno de los pocos puestos que hay cerca de las ventanas, que siempre están abiertas. Una de las peores zonas es, precisamente, la de las plazas de estudio. Se trata de un área acotada por biombos. «Es la peor de todas, pero si quieres tener algo de tranquilidad y no estar en una zona de paso me tengo que poner ahí», dice Miguel González.

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Los opositores y estudiantes continúan exigiendo la apertura de aulas de estudio en la ciudad por las noches y los fines de semana. En abril, recogieron un centenar de firmas y junto a un escrito las enviaron al Ayuntamiento. Pero pasado el tiempo su reivindicaciones siguen sin cumplirse. PP y Ciudadanos llevan en sus programas electorales habilitar nuevas aulas y poner un horario más amplio.

Cultura sustituirá el aparato estropeado en unas semanas

La Concejalía de Cultura ya trabaja para satisfacer las demandas de los usuarios de la biblioteca del centro cultural Ramón Alonso Luzzy. Según indicaron fuentes de vicealcaldía, dirigida por Noelia Arroyo, los técnicos municipales han intentado arreglar la bomba del motor del aparato de aire acondicionado, pero ante la imposibilidad, por su antigüedad, «estamos estudiando ya cambiar el sistema por uno nuevo». Para acortar los plazos administrativos, Cultura comprará la máquina e Infraestructuras la instalará. Aunque no dan plazos, creen que en «pocas semanas» habrá solución al problema.

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