Castejón agradece a la Patrona la «estabilidad institucional» y la «unión» de Cartagena en pandemia

La alcaldesa de Cartagena agradeció este miércoles a la Virgen de la Caridad «la estabilidad institucional» y la «unión» del municipio «cuando todo a nuestro alrededor parecía desmoronarse». Ana Belén Castejón se postró ante la imagen de la patrona de la ciudad para cumplir con la tricentenaria tradición de entregar la Onza de Oro, que simboliza la ayuda municipal para el sostenimiento de los enfermos pobres del Santo y Real Hospital de Caridad. El Ayuntamiento aporta este año 35.000 euros.

Con el presidente de la Comunidad presente en la basílica de la Caridad, Castejón aludió con esas palabras al convulso escenario político que vive la Región desde que el pasado día 10 el PSOE y Cs presentaron sendas mociones de censura a Fernando López Miras (que no prosperó) y al alcalde de Murcia, José Ballesta (que se votará mañana). No obstante, la mayor parte de sus palabras ante el altar de la Virgen estuvieron dedicadas a recordar en qué situación deja la pandemia de coronavirus a miles de cartageneros y a pedir por ellos y sus familias. Castejón también recordó a los funcionarios públicos y trabajadores de servicios ciudadanos que han hecho más llevadera la grave situación sanitaria, social y económica. Según la alcaldesa, la lección positiva de lo que está ocurriendo es «que hemos crecido como sociedad».

La entrega de la Onza de Oro tuvo lugar en la basílica de la Virgen de la Caridad en un acto separado por primera vez y excepcionalmente de los actos litúrgicos del Viernes de Dolores en honor de la Patrona. La Junta de Gobierno del Santo y Real Hospital de Caridad, que tiene como hermano mayor a José Vera, lo decidió así para evitar grandes aglomeraciones de fieles pasado mañana en el templo. Además de Castejón y López Miras, estuvieron asistieron la vicealcaldesa, Noelia Arroyo, el teniente de alcalde, Manuel Padín, y los portavoces de MC y Vox, José López y Pilar García, respectivamente. Ofició el rector de la basílica, Francisco Montesinos Pérez-Chirinos, y fueron testigos de la tradición una veintena de devotos de la Virgen que casualmente se encontraban en el templo. Vera agradeció la ayuda y recordó que servirá «para seguir tirando para adelante, ya que el hospital también sufre la pandemia».

El estricto confinamiento por la pandemia obligó a suspender todos los actos del Viernes de Dolores y de la Semana Santa en 2020. Mañana habrá seis misas en la basílica, que se celebrarán con todas las medidas para prevenir contagios. La más solemne será la de las once de la mañana, que oficiará el obispo, José Manuel Lorca Planes. Tampoco habrá ofrenda floral oficial, aunque se espera que acudan devotos con sus ramos durante todo el día.