El trabajador de un barco supervisa la carga de terneros, en el muelle de Santa Lucía, en una fotografía de archivo. Antonio Gil/ AGM

Capitanía Marítima de Cartagena refuerza la inspección en buques de ganado a la caza de irregularidades

Las principales anomalías las detectan en la documentación, por superar la carga permitida y rebasar el porcentaje de azufre en el combustible

Martes, 4 de junio 2024, 00:48

El férreo control que Capitanía Marítima ejerce sobre los buques mercantes que a diario entran a los muelles de Escombreras y de Cartagena desde hace unos años se ha visto incrementado en lo que va de 2024 un 5%. Sobre todo se fija en aquellos ... procedentes de países como Siria y Líbano con la finalidad de cargar animales vivos, como terneros, ovejas y corderos para el norte de África. En ellos, las directrices sanitarias suelen ser «demasiado laxas». El incremento del número de controles se debe principalmente a la mayor llegada de buques con esa carga, pero, sobre todo, al aumento del tráfico portuario en general en los últimos años. Hasta mediados de mayo ya había realizado 136 inspecciones a barcos nacionales y 47 a extranjeros.

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Las llevan a cabo los técnicos de ese departamento dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La mayoría de ellas buscan posibles irregularidades en la documentación de la tripulación y de la nave, por superar la carga permitida y rebasar el porcentaje de azufre contenido en el combustible. Cada vez encuentran más problemas, sobre todo en buques cargados de ganado, aunque también con todo tipo de graneles líquidos y sólidos.

Tripulación subestándar

En la mayoría de las ocasiones, los buques cargados con animales llevan «tripulaciones subestándar», explicó el capitán marítimo, Óscar Villar. Se trata de dotaciones con escasa formación marinera, que son contratadas por los armadores para ahorrar costes, ya que una con experiencia a veces cuesta el doble. Proceden de países donde apenas se cumplen las normativas internacionales.

Desde el departamento marítimo explicaron que han encontrado casos con tripulaciones que no han salido del barco en seis meses, que llevan documentaciones falsificadas y donde, incluso va algún polizón. «Los armadores cada vez quieren gastar menos dinero en tripulación bien formada y eso se nota cada vez más», detalló Villar.

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LOS DATOS

183 inspecciones

a barcos nacionales y extranjeros ya han sido realizadas este año.

5% de aumento

en el número de inspecciones. La mayoría han sido a buques cargados con ganado.

La inspección de los buques es crucial para conseguir el cumplimiento del Convenio sobre el Trabajo Marítimo, que en sí mismo representa condiciones de vida y de trabajo dignas para los marinos. En eso hacen mucho hincapié los inspectores de Capitanía Marítima. Para llevar a cabo los controles, los funcionarios se basan en el perfil de riesgo del buque o en indicios de riesgo grave para la seguridad, que dependen del lugar del que procede o de la bandera que porten.

Aplican el Port State Control o Control del Estado Rector de Puerto, dentro de la normativa del Memorándum de París (MOU). Es el mecanismo de vigilancia de los buques extranjeros por parte de cada Estado y permite estudiar las características del buques y su historial antes de que recale en puertos españoles por razones comerciales o técnicas. Supervisa aspectos como la seguridad de la navegación, el medio ambiente marino y las condiciones de vida y de trabajo de los miembros de la tripulación.

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Control de las emisiones

Cada vez hay menos, pero Capitanía Marítima de Cartagena también hace hincapié en los controles de las emisiones de los barcos que entran al Puerto. Su misión es realizar inspecciones y tomar muestras del carburante que utilizan las embarcaciones, para detectar posibles irregularidades en el porcentaje de azufre, contenido en el producto. El principal objetivo de estos análisis es reducir las emisiones de gases invernadero.

Desde el 1 de enero de 2020, la nueva normativa de la Organización Marítima Internacional (OMI) obliga a reducir el límite mundial del contenido de azufre en los combustibles al 0,5%, frente a los máximos de 3,5% o 1,5%, según el área geográfica, permitidos hasta entonces. Además, los barcos están obligados a llevar los conocidos como lavadores de gases, los 'scrubbers'. Son unos sistemas de depuración de emisiones atmosféricas que se instalan en los buques.

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  1. Las obras de la nueva terminal para el embarque de animales vivos comenzarán a finales de julio

Tras recibir el visto bueno del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Cartagena y a la espera de obtener la licencia de obra por parte del Ayuntamiento, la mercantil 'Terminal Ganadera del Mediterráneo, S.L.', integrada por Agencia Marítima Blázquez y Bovisa, comenzará a realizar los trabajos de construcción de una nueva terminal de embarque de ganado vivo a finales del mes de julio, según indicaron fuentes de esa primera empresa.

La futura terminal tendrá una superficie de cerca de 6.000 metros cuadrados, de los que la mitad serán para corrales, para coger hasta 7.000 corderos. Estarán equipados con comederos, bebederos y camas de paja para el ganado, y un circuito para el tránsito de los animales hasta el buque, de acuerdo con normativa europea de bienestar animal.

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Estas infraestructuras tendrán también espacios para los pastores cuidadores, y para el personal sanitario que puede atender cualquier necesidad del ganado de tipo veterinario.

200.000 cabezas

El Puerto de Cartagena continúa batiendo récord de movimiento de ganado vivo. Este año, y con los datos del pasado mes de abril, el incremento de este tipo de mercancías fue del 13,92% con respecto al mismo periodo del año anterior. A esa fecha, ya han pasado por el muelle de Santa Lucía casi 200.000 cabezas.

Este tipo de tráfico comenzó a consolidarse en el Puerto de Cartagena en el año 2010. Fue uno de los primeros puertos españoles con una regulación específica y en obtener la autorización para embarcar ganado vivo. Las principales zonas de crianza son Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña y Andalucía, aunque una parte importante se termina de cebar en Murcia. Los principales destinos son Libia y Marruecos, en el Norte de África, y Líbano y Arabia Saudí, en Oriente Próximo.

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