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Dos niños se columpian a mediodía en una playa de Cala Cortina repleta de bañistas. ANTONIO GIL / AGM
Chequeo a las playas

Buenos y muy concurridos chapuzones en Cala Cortina

Martes, 26 de julio 2022, 01:58

Cala Cortina es la demostración de que si la ciudad de Cartagena tuviera tres playas más, tres playas más que también se llenarían en verano. « ... Hoy, porque es lunes. Los fines de semana se pone a reventar», avisa el camarero Carlos Vivancos en la terraza del restaurante Mares Bravas. Cuando el autobús de mediodía descarga pasajeros en la parada de la carretera de los túneles, ocupada por turismos, la playa ya está repleta de bañistas. Y en el aparcamiento de tierra queda poco espacio para estacionar. El asfaltado lleva completo un buen rato.

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La masificación es la característica predominante en la playa urbana de Cartagena todos los días de julio y agosto. Sobre todo a partir de mediodía y los fines de semana. «No suelo venir mucho. Me baño habitualmente en La Azohía, pero es cómoda, está muy cerca», dice Montse Redondo, que se remoja con la familia al pie de Trincabotijas. El agua está fresca y cristalina, corrobora la mujer. Ni rastro de los residuos que se colaron a comienzos de julio por una rotura de la barrera anticontaminación que protege la cala de posibles vertidos de los grandes barcos que entran y salen de las dársenas de Cartagena y Escombreras.

PRINCIPALES PROBLEMAS

  • 1 Aparcamiento. Es escaso y a las once de la mañana los dos ya están casi completos.

  • 2 Aseos. Solo hay uno para uso general. El segundo es para personas con discapacidad.

  • 3 Densidad. La playa es pequeña para la gran cantidad de público que acoge en verano.

La franja de arena gruesa, que tiene una anchura media de 28 metros, también está limpia. Como las papeleras, recogidas a diario por los barrenderos municipales. «El servicio funciona todos los días y bien», aclara Jesús Anadbollo en la terraza del Mares Bravas.

Es lo que se espera de una playa que mantiene más de una década las banderas azul y Q de calidad. Ambas ondean flamantes junto a la nacional, la regional y la local en sus mástiles de la escalinata de acceso desde el aparcamiento principal. Es en el talud de ese acceso donde se encuentran restos de comida, bolsas, botes y botellas de plástico camuflados entre las matas. También en la pérgola sin sombra de la zona aterrazada el suelo está sucio y pegajoso. Moscas y avispas se ponen las botas con gominolas y caramelos derretidos tras alguna celebración el fin de semana. A la jardinería tampoco le vendría mal un repaso.

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Faltan aseos

La falta de espacio y de aparcamiento son las principales carencias y las más difíciles de solucionar. El terreno no da para más. Una que sí es subsanable es la escasez de aseos públicos. Explican los bañistas que solo hay uno para toda la playa, porque el segundo es de uso exclusivo para personas con discapacidad. Junto a la caseta de los socorristas se guarda una silla de baño adaptado. «Aquí se forman unas colas importantes algunos días, porque el aseo también sirve de cambiador», explica un usuario junto a las casetas.

LOS VECINOS OPINAN

  • Montse Redondo «Dicen que es una playa poco segura y cuesta encontrar aparcamiento. Pero el baño es bueno, con un agua muy limpia»

  • Carlos Vivancos «Limpian todos los días, pero hay gente que viene por las noches, sobre todo los fines de semana, y lo dejan todo perdido»

  • Jesús Anadbollo «La playa está siempre a reventar. El parking también está lleno, aunque la gente viene sobre todo en autobús»

En el tiempo transcurrido de verano, Cala Cortina se sacude su mala fama de otros años. Los usuarios habituales tienen constancia de un par de robos de objetos personales. Antes había más. Tampoco de peleas, que fueron frecuentes hasta el año pasado. «Aunque no estaría mal que se pasara la Policía por aquí de vez en cuando, advierte Carlos Vivancos. La visita de LA VERDAD coincide con una ronda de la Policía Nacional.

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Cala Cortina

  • Localización: Cartagena.

  • Población: 50.000 habitantes, los que suman el centro histórico y los barrios más cercanos, como Santa Lucía y el Sector Estación.

  • Km de playa: 0,210.

  • Singularidad: Es la playa más cercana al casco urbano de Cartagena. Tiene servicio de autobús directo, aunque muchos usuarios acceden andando por la senda de La Curra.

El mayor peligro que ofrece la playa son las rocas desde las que se lanzan cada día cientos de veces pequeños y mayores. Cortes y brechas alteran a veces la tranquilidad de los socorristas, que tienen en la propia barrera anticontaminación que cierra la playa un aliado y refuerza la imagen de playa limpia y segura. Tanto, que los turistas de los cruceros que llegan a la ciudad la frecuentan cada vez más. Además del Mares Bravas, tiene chiringuito.

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