El Ayuntamiento de Cartagena decreta el derribo del edificio del restaurante La Posada Jamaica tras el derrumbe del techo

El derrumbe del techo de la cocina fue principio del fin del restaurante La Posada Jamaica, en el Callejón del Huerto del Carmen, en pleno corazón del casco antiguo de Cartagena. La Concejalía de Urbanismo ha decretado la demolición integral del centenario inmueble, compuesto de una planta baja y dos en altura, ante el mal estado en que se encuentra en su conjunto. La falta de mantenimiento de la construcción durante los últimos años es la principal hipótesis acerca del final de este emblemático establecimiento que abrió las puertas en el año 1882.

Según fuentes municipales, técnicos de Urbanismo realizaron una visita a las instalaciones afectadas por un derribo parcial y emitieron un informe en el que constataron el «peligroso estado del inmueble». Tras estudiar los desperfectos y las grietas en toda la construcción, algunas de ellas de un grosor considerable, los funcionarios, «ante el peligro que la inestabilidad de la estructura supone para las personas», ordenaron la firma de un decreto que implica «la demolición del inmueble», indicaron las mismas fuentes a LA VERDAD.

Los hechos desencadenantes de esta situación ocurrieron el pasado 26 de enero. Ese día, el dueño del popular restaurante, Blas Gázquez, entró al local y se dio cuenta de lo sucedido. El techo había caído sobre la zona caliente de la cocina, es decir donde está los fogones y los hornos. Los hechos trascendieron este martes, porque, Gázquez, «destrozado anímicamente», se decidió a contarlo y hacer público el verdadero motivo por el que su negocio estaba cerrado. Hasta entonces había justificado la inactividad por vacaciones.

«Me decidí a contarlo para que todos mis clientes supieran lo que había sucedido. Es un desastre que ha provocado que lo pierda todo. No sé qué voy a hacer a partir de ahora», dijo. La resolución de Urbanismo aún no la tiene de forma oficial, pero espera recibir algún tipo de indemnización por lo perdido, porque tiene fe en que en un futuro pueda retomar su negocio, en otra zona de Cartagena. «Es solo cuestión de financiación, porque ganas me sobran de tirar para adelante y ver de nuevo funcionando La Posada Jamaica», concluyó.

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