El botelleo pasa del Molinete al entorno del Teatro Romano

Los esfuerzos del Ayuntamiento por combatir el botelleo en el casco histórico de Cartagena, por medio de un despliegue especial de la Policía Local que entre otras cosas implica un gasto en horas extraordinarias, siguen sin dar los frutos esperados. El entorno del principal monumento histórico-artístico de la ciudad, es decir el Teatro Romano, y una de las zonas de mayor afluencia de visitantes, el Parque Torres, sufrió el pasado fin de semana los estragos asociados al consumo de alcohol por parte de jóvenes que burlaron el control municipal.

Como atestiguan las fotografías captadas por vecinos, la calle Doctor Tapia (que une Cuatro Santos con el yacimiento romano a través de unas escalinatas), el Parque Cornisa y otras zonas del Parque Torres aparecieron el domingo por la mañana con botellas, vasos de plástico, bolsas de plástico y otros residuos.

La presión de la Policía Local sobre el cerro del Molinete, tras las quejas de los ciudadanos por las concentraciones multitudinarias de jóvenes desde noviembre, ha llevado a los chavales a buscar zonas en las que pasar inadvertidos para las autoridades. Y han encontrado ese sitio en el perímetro del Teatro, a pesar de que a pocos metros los funcionarios municipales realizan rondas para tratar de contener un problema que levanta las protestas de los vecinos por el ruido, los orines y la suciedad.

«Fueron seis los agentes que estuvieron controlando el consumo de alcohol en la calle, en todas las zonas del Molinete y en la Plaza de las Tres Culturas y aledaños», es decir en la explanada del antiguo Cuartel de Antiguones. Así lo aseguró un portavoz de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, que dirige Francisco Aznar.

La vigilancia de esa última zona obedece a que, tras surtir efectos la presencia de los policías en las calles la nueva 'movida' nocturna (como Aire y Cañón), el campus universitario de la Muralla del Mar se ha convertido en uno de los 'puntos calientes' del botelleo. Así ocurrió tanto en Nochevieja como la madrugada de Reyes.