Los guardamuelles no identifican a los agentes con los que dijeron haberse cruzado el 11 de marzo

Dos trabajadores de la Autoridad Portuaria de Cartagena no reconocieron ayer a ninguno de los seis policías imputados por la muerte de Diego Pérez, en la rueda de reconocimiento, según fuentes de la investigación.

La prueba se hizo en cinco tandas, en cada una de las cuales los policías portuarios o guardamuelles vieron a cinco personas: uno de los agentes imputados (sin ningún signo identificativo) y cuatro presos. Para practicar estas pesquisas, la Guardia Civil trasladó en dos autobuses desde la cárcel de Sangonera a 24 reclusos. Los policías fueron conducidos aparte de este grupo y separados entre sí.

Los abogados defensores pidieron a la jueza encargada del caso, María Antonia Martínez, esta pesquisa, para que los guardamuelles trataran de determinar si los agentes de la Comisaría eran los mismos a los que vieron el 11 de marzo. Fuentes del caso restaron importancia a esta prueba con el argumento de que los propios agentes de la Comisaría reconocieron haberse cruzado con los dos portuarios.

Ayer, éstos ratificaron su versión de que vieron junto a Cala Cortina un coche policial, junto al aparcamiento, y otro en dirección al restaurante, cerca del que hay una zona de rocas; y que más tarde, junto a la grúa Sansón, preguntaron a los agentes si pasaba algo ya que no era habitual la presencia de tres unidades del 091.

A lo largo de la jornada, que arrancó hacia las nueve de la mañana, tanto en las inmediaciones de los juzgados, como en la rotonda de acceso a la dársena portuaria de San Pedro por la rotonda de la Grúa Sansón, se concentró una veintena de vecinos y familiares de Diego Pérez.

En este segundo emplazamiento, donde fue montado el primer control, parientes y amigos desplegaron una pancarta con una foto de la víctima y el mensaje «Queremos justicia. Todos somos Diego».

Casi un mes en la cárcel

En declaraciones a los periodistas, explicaron que esta última frase está relacionada no solo con el hecho de que Diego pudo ser asesinado, sino con que fue trasladado a la playa por los agentes que cumplen desde hace casi un mes prisión provisional.

Recordaron que la ley obliga a la Policía a llevar a los ciudadanos al hospital o a la Comisaría, y recordaron que además este vecino no iba como detenido sino que fue él quien pidió ayuda a los funcionarios.

Poco antes de su llegada, se habían marchado de la zona tres chicas que, al paso de los furgones donde fueron trasladados los detenidos, exhibieron una pancarta con el lema «Son inocentes. Estamos con vosotros. Ánimo».