Gregorio Mármol
Jueves, 9 de octubre 2014, 02:14
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, apretó su agenda pública en Cartagena para intentar resolver un problema inesperado: la huelga de las limpiadoras de las instalaciones militares de la ciudad. Desde la semana pasada, sesenta profesionales no acuden a su puesto de trabajo en protesta por los impagos de la empresa concesionaria, Cleanet, que ya les debe dos mensualidades.
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Antes de almorzar con los principales mandos militares de la ciudad en el Arsenal, Morenés pidió al delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, que saliera a la calle e invitará a reunirse con él a tres representantes de la plantilla en huelga, que se manifestaba en la Plaza del Rey. «El ministro se comprometió con nosotras a mandar una carta urgente a Cleanet diciendo que o cumple el contrato o se lo rescinde, porque Defensa sí que paga. Estamos muy satisfechas porque se ha portado muy bien con nosotras», dijo la presidenta del comité de empresa de Cleanet en Cartagena, Eva María González.
Las trabajadoras explicaron al ministro que compañeras suyas de otras ciudades están en la misma situación y obtuvieron su compromiso de trabajar para solucionar el problema.
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