Después de cuatro años en la vicepresidencia de Unicef en la Región de Murcia, Carolina Olivares Serrano (Cartagena, 1971) se pone al frente de esta ... organización, recogiendo el testigo de Amparo Marzal. Graduada en Derecho y Ciencias Políticas, Olivares ha trabajado en el ámbito del tercer sector, en proyectos como el de la Liga Española de la Educación. Su reto es continuar avanzando en los derechos de la infancia.
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–¿Qué le llevó a involucrarse en Unicef?
–La defensa de los derechos de los que más lo necesitan. Dentro de la población más vulnerable están los niños y niñas. Eso me llevó, de la mano de Amparo Marzal, a meterme en este mundo, a estudiarlo para aportar los conocimientos que he ido adquiriendo.
–¿Qué proyectos considera prioritarios en esta nueva etapa?
–Tenemos un programa de ciudades amigas de la infancia y de centros referentes en el ámbito escolar. Actualmente, en la Región de Murcia hay 13 ciudades amigas de la infancia y 13 centros referentes. Queremos ampliar ese número, seguir avanzando. Además, vamos a ir a la comisión de estudios de infancia en la Asamblea Regional a plantear nuestras propuestas. Entendemos que es necesaria una nueva Ley de la Infancia en la Región que aborde todas las necesidades. Al mismo tiempo, proponemos un Observatorio de carácter consultivo. Contar con informes de situación es muy importante, porque permite orientar las medidas necesarias. Por último, necesitamos un órgano participativo infanto juvenil a nivel autonómico. Esto ya existe a nivel municipal porque es un requisito para las ciudades amigas de la infancia. Queremos que haya un órgano similar para dar voz a todos los niños y niñas de la Región.
–No siempre se escucha a los niños, quizá porque no votan.
–Con la Convención sobre los Derechos del Niño, ya no son vistos como sujetos de tutela, sino como sujetos de derechos. Los niños tienen derechos y saben lo que quieren. En los consejos de participación a los que asisto plantean medidas muy concretas: entornos saludables, más sombras, árboles en los parques, medidas para sus mascotas o para que sus padres puedan conciliar. Hay que darles voz, pero no como un regalo, sino porque tienen derecho y así lo establece la Convención.
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–La última Encuesta de Condiciones de Vida indica que cuatro de cada diez niños de la Región se encuentran en riesgo de exclusión y 10.000 están en situación de pobreza material severa. Son cifras que, con alguna variación, se repiten año tras año. ¿Qué causas hay detrás de esta pobreza estructural y qué se puede hacer para revertir la situación?
–Momentos de crisis, guerra e inflación como los que vivimos influyen en el aumento de esa tasa de pobreza y exclusión social, pero es cierto que los datos nos indican que el problema es estructural. Las soluciones, por tanto, también deben ser estructurales. Recientemente hemos conocido que la Comunidad va a ofrecer 7.500 plazas gratis para niños de 0 a 3 años. Es un anuncio que va en la buena dirección, pero entendemos que esas medidas deben ser estructurales: el objetivo es la universalidad de la educación de 0 a 3 años, porque esto ayuda a la conciliación de la vida familiar, a que las familias sepan que sus niños están atendidos mientras ellos pueden ir a trabajar.
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–En el ámbito de la educación, ¿quedan muchas cosas por hacer? En la Región, solo el 2% de los alumnos de las etapas de formación obligatoria tienen acceso a las becas de comedor.
–Ese es un elemento importante. En el colegio, los niños deben estar en un entorno seguro y acceder a una alimentación saludable. También tenemos unas tasas muy altas de abandono escolar temprano. Eso impide que niños y niñas tengan una formación adecuada para enfrentarse al mercado de trabajo en mejores condiciones, de manera que puedan salir de ese círculo de la pobreza. Invertir en educación es eliminar las barreras que te impiden salir de la pobreza.
–La pobreza también se refleja en la salud. En la Región, hay mayores tasas de obesidad infantil.
–Hay una relación directa entre pobreza infantil y obesidad. No tener acceso a una alimentación adecuada hace que aumenten las tasas de sobrepeso y obesidad. No puede ser que resulte más económico comprar una hamburguesa que un kilo de plátanos o de carne fresca.
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–Volviendo a la educación, hay otros asuntos importantes a abordar, como el acoso escolar y el 'bullying'.
–Una de nuestras prioridades es la implementación en la Región de la ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, con la creación de la figura de los coordinadores de bienestar en los centros educativos. Estos deben hacerse cargo de los posibles malos tratos o de cualquier incidencia que se produzca. Se trata de establecer entornos seguros en los colegios, algo muy importante.
–Hay un debate abierto sobre la presencia de los teléfonos móviles en las aulas. ¿Le parece adecuada la prohibición de su uso en el horario lectivo?
–Vemos adecuada esa medida. Por otra parte, también es importante eliminar la brecha digital. Nos preocupa que no todos los alumnos puedan tener acceso a las tecnologías o no dispongan de una red wifi que les permita manejar esa tecnología. Las nuevas tecnologías son fundamentales en el aprendizaje. Por último, es importante prevenir un uso inadecuado. Necesitamos mecanismos de protección de la imagen del menor para evitar casos de 'ciberbullying' o acoso.
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–Hay muchos padres preocupados por el acceso de sus hijos a contenidos como la pornografía. ¿Cómo se puede abordar este problema?
–En febrero de 2022 presentamos un informe sobre el impacto de las nuevas tecnologías. También hemos elaborado una guía para acompañar a las familias en el uso adecuado de estas tecnologías. Necesitamos herramientas suficientes para impedir que los niños accedan a determinados contenidos. En eso, la responsabilidad es compartida. Los padres tienen su parte de responsabilidad, y también los colegios y todos los que trabajamos con niños y niñas. Hay un escaso porcentaje de padres que supervisan a los hijos. Los padres tenemos que comprobar dónde se meten nuestros hijos, cuáles son las páginas que les gustan. Por ejemplo, se pueden introducir palabras clave para restringir el acceso a determinadas páginas. También es importante el tiempo de utilización de esos dispositivos. Es complicado, desde luego, porque cada vez la tecnología avanza más rápido. Si no vas a ese ritmo, es difícil de controlar.
–También hay preocupación por el aumento de la ludopatía en adolescentes. Un estudio de la Consejería de Salud concluyó que el 4,7% de los murcianos de entre 14 y 18 años presentan un patrón problemático de juego, bien 'online' o presencial.
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–Las empresas que se dedican a los juegos de azar tienen que poner medidas de protección y tienen que tener normas de uso y manejo. Desde luego, hay que impedir que los menores de 18 años puedan acceder fácilmente.
–En Murcia, hemos asistido a una rápida proliferación de los salones de juego. Más allá de si se cumple o no en todos los casos la prohibición de acceso a los menores, ¿no es preocupante que las salas de apuestas se conviertan en una opción de ocio habitual para chicos de 19 o 20 años?
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–Las autoridades tendrán que plantear medidas para que esto no ocurra. Desde la perspectiva de Unicef, tenemos claro que a ese tipo de establecimientos no puede entrar ningún menor, de ninguna manera.
–Asistimos a un aumento alarmante de problemas de salud mental en niños y adolescentes.
–Con la salud mental, lo primero que hay que hacer es visibilizarla. Muchos niños y niñas necesitan atención en salud mental, porque estos problemas han aumentado mucho, sobre todo desde la pandemia. Hay que poner el foco en esto y hay que aumentar el número de profesionales para una detección precoz. Y, sobre todo, hay que atajar conductas como el maltrato o el acoso, que conllevan problemas de salud mental.
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–Hay datos muy preocupantes: prácticamente se ha duplicado el número de adolescentes con trastornos de la conducta alimentaria, y también aumentan las autolesiones.
–Es necesario establecer un plan de acción sobre salud mental dirigido exclusivamente a la infancia, de manera que se puedan abordar todos esos problemas.
–Hablemos de igualdad. Se ha avanzado mucho, pero profesores y expertos advierten de un aumento de comportamientos y actitudes machistas en gente muy joven.
–Los problemas de género están ahí, es una evidencia. Las niñas son más vulnerables al maltrato familiar. Un dato que preocupa es el alto número de adolescentes de 15 a 17 años que son madres en la Región. Estamos entre las comunidades con las cifras más altas. Esto conlleva problemas para su salud. Además, la maternidad prematura hace que abandonen antes la escuela, lo que implica que no se formen adecuadamente, que no puedan acceder al mercado de trabajo en las mismas condiciones que el resto. Se ven abocadas a un mundo del que es muy difícil salir.
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–Ahí están las cifras de abortos: en 2022 se registraron 444 en menores de 20 años en la Región. Pero le preguntaba también por las actitudes en chicos muy jóvenes. Hay quien advierte de una cierta reacción machista en parte de las nuevas generaciones.
–Es necesario que en las familias establezcamos unas pautas de comportamiento y eliminemos los estereotipos de género. Eso es fundamental, porque si hay niños que piensan que no son diferentes a las mujeres, sino superiores, se debe a que la sociedad lo permite. Esto no puede ser. Es cierto que volvemos un poco al machismo, pero no hay que tolerarlo. No debemos admitirlo en ningún espacio de la vida.
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–¿Cómo debe abordarse la llegada de menores extranjeros no acompañados? Hay discursos que los vinculan a la delincuencia.
–A los niños y niñas migrantes hay que ofrecerles una atención directa, una protección global, con puntos de atención en los que haya psicólogos, personal cualificado, educadores sociales. Son menores con una vulnerabilidad altísima; tenemos que escucharles y ver cuál es su problemática. Los flujos migratorios responden a algo estructural. Están ahí, siempre van a venir [migrantes]. Tenemos que dar respuesta a esos niños, la protección de los menores es fundamental. Hay que agilizar su identificación y la determinación de su edad para que puedan acceder a los servicios esenciales. No solo se trata de acoger a estos migrantes, sino de integrarles en la sociedad. Para eso tienen que tener acceso inmediato a esos servicios esenciales.
–¿El modelo educativo y de elección de centro en la Región favorece la creación de guetos? Es decir, centros con un alto porcentaje de alumnado de origen inmigrante frente a otros colegios con muy poca presencia de estos estudiantes.
–Lo importante es eliminar ese tipo de guetos. Son niños que muchas veces necesitan un apoyo, porque vienen sin conocer el idioma o con ciertos problemas por todo lo que han pasado. Los guetos hacen que la integración sea más complicada, y la integración de todos los niños y niñas en la sociedad murciana es fundamental. La diversidad nos enriquece. Los niños, desde bien pequeños, tienen que ver que hay personas diferentes y que eso no significa que sean mejores ni peores.
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