Carmina Fernández: «Normalizar el sufrimiento de familias y niños es el mayor fracaso moral de López Miras»
La portavoz socialista centró su réplica al presidente en el Debate del estado de la Región en las políticas sociales y en la crítica al pacto presupuestario con Vox
El PSOE centró su intervención en sacar a relucir la «realidad social» en la que dicen que se encuentra la Región de Murcia después de ... 30 años de gobierno del PP: «Vemos una Región estancada, sin proyecto y cada vez más estancada. La Región no avanza, retrocede, y los indicadores oficiales, lejos del triunfalismo, dibujan una realidad muy dura», según Fernández, que argumentó que uno de cada tres ciudadanos de la Región vive en riesgo de pobreza y que el 41% de los niños, 122.000, crecen en hogares pobres.
A eso añadió Fernández que, en cuanto a indicadores de calidad de vida y bienestar, la Comunidad está a la cola «en fracaso escolar, listas de espera sanitarias, atención a dependencia, plazas en residencias, gasto en servicios sociales, gasto en educación...». Es esto lo que llevó a reprochar al presidente Fernando López Miras el hecho de que «que hayamos llegado a ver el sufrimiento de tantas familias y niños como algo normal es el mayor fracaso moral de su gestión. Y ese va a ser su legado».
La diputada del PSOE habló de «autocomplacencia» y «triunfalismo» del Gobierno del PP, a quien preguntó qué ha hecho en los últimos años para revertir esa situación. «Seguimos con una economía precaria, basada en sectores económicos con bajos salarios, empleos precarios y escaso valor añadido», lamentó Fernández.
Para solucionar este tipo de problemas, recordó Fernández la oferta de su secretario general, Francisco Lucas, para llegar a acuerdos en cuestiones no solo como la aprobación del Presupuesto de 2025, sino también en cuestiones como la reforma del sistema de financiación autonómica o en cuanto a políticas de agua. «Pero su elección por Vox ha hecho imposible que podamos abordar el debate en esos términos», habló la portavoz socialista que añadió que «las iniciativas que necesita la Región son incompatibles con la radicalidad de su acuerdo con la ultraderecha». Aquí, acusó a López Miras de ser «cómplice de la normalización del discurso del odio, de la desconfianza de las instituciones, del discurso antisistema, de la desinformación, incluso de cuestionar la democracia cuando no les va bien».
La intervención de Fernández atravesó asuntos como la sanidad («la sanidad está al borde del colapso. Lo dicen los profesionales, lo sufren los pacientes y lo confirman los datos»), las listas de espera para la dependencia («el año pasado fallecieron 1.396 personas esperando las ayudas») o los problemas de jóvenes y familias para acceder a una vivienda («ante esa realidad, la actuación del Gobierno regional ha sido entre insuficiente y nula»). En materia de educación, preguntó a López Miras si «¿llevaría a sus hijos a un centro con barracones o aulas con techo de amianto? ¿Qué le parece que haya niñas y niños que tengan que soportar temperaturas en las aulas de más de 30 grados? ¿Que necesiten una beca comedor y no la tengan?».
En lo que se refiere a agua, además de recordar las inversiones comprometidas por el Gobierno de Pedro Sánchez, reprochó a López Miras que su líder nacional, Núñez Feijóo, no votara en la toma en consideración de la proposición legislativa sobre el Trasvase Tajo-Segura que defendió en el Congreso, o que en la ponencia política del congreso del PP no se haga referencia a él. Sobre políticas ambientales, cambio climático y la recuperación y protección del Mar Menor, apuntó que «su pacto con Vox asume los principios negacionistas ultras y niegan la emergencia y el Pacto Verde».
Sobre otro punto de fricción entre populares y socialistas, la reforma del sistema de financiación autonómica, Fernández hizo hincapié en que la Región recibirá en 2025 «la mayor financiación de su historia: 4.942 millones de euros del sistema de financiación» y que «nunca la Región recibió tanta financiación y apoyo del Estado como con gobiernos socialistas en Madrid». Para ella, «el problema es su mala gestión, el coste de su corrupción, los 400 millones del aeropuerto, los más de 600 de la desaladora de Escombreras y el despilfarro de sus saraos».
Fernández acabó su intervención diciendo que su partido quiere «una Región distinta: próspera, justa, verde e innovadora». «Le reiteramos nuestra disposición para trabajar con ustedes por solucionar los problemas que hemos enumerado y que padece». La única condición para llegar a acuerdos «sin líneas rojas», es que renuncien «a las políticas ultras que les ha impuesto Vox».
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