Los lazos que unen Caravaca de la Cruz con la ciudad alemana de Obertshausen son cada vez más fuertes. Después de tres años de ausencia por la pandemia, un grupo de alemanes de las parroquias de Santo Tomás Moro y Sagrado Corazón de Jesús, vuelven a peregrinar a la basílica de la Vera Cruz y estarán en la ciudad para volver a vivir de cerca y en primera persona las fiestas patronales.
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El sacerdote Norbert Hoffman encabeza nuevamente la delegación alemana que cuenta con una representación institucional con los tenientes de alcalde, Hildegard Knorr y Luis Gálvez, caravaqueño que emigró a Alemania con su familia y que hace las veces de embajador de su ciudad natal en tierras germanas.
El grupo de alemanes asistió en la mañana de este domingo a la misa del peregrino en la basílica de la Vera Cruz y recibieron la bendición con la Sagrada Reliquia. Hoffman entregó un obsequio al rector del templo, Emilio Sánchez.
La recepción oficial del grupo tuvo lugar en la tarde del sábado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento y contó también con la presencia de un numeroso grupo de caravaqueños entre los que se encontraban representantes de la peña caballista Júpiter que hicieron entrega al padre Hoffman de una pieza de enjaezamiento de su caballo en la que aparece el sacerdote.
En el Consistorio se procedió al intercambio de los regalos institucionales, sellando, una vez más, los lazos que unen a las dos ciudades desde principios de la década de los ochenta. El alcalde, José Francisco García, agradeció la visita y mostró su alegría por volver a contar con una representación de Obertshausen durante las fiestas. Por parte de la cofradía intervino Ángel Luis Navarro, teniente hermano mayor, que entregó a los representantes alemanes tres bastones de peregrino.
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Los vínculos entre ambas ciudades son cada vez más fuertes, desde que en 2011 se formalizara un acuerdo de amistad entre los dos ayuntamientos y en 2014 se rubricase el hermanamiento de las parroquias de Obertshausen con la Basílica de la Vera Cruz.
La Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz y la parroquia de El Salvador de Caravaca se hermanaron con las iglesias católicas de Santo Tomás Moro y Sagrado Corazón de Jesús de Obertshausen el 9 de diciembre de 2012. La formalización de este hermanamiento corrió a cargo del entonces Hermano Mayor de la Cofradía, Pedro Pozo, y los párrocos alemanes, Norbert Hofmann y Hans König.
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Además, el sacerdote alemán ha creado, con la ayuda de sus feligreses, una fundación para que los jóvenes caravaqueños puedan viajar a Obertshausen para formarse o trabajar. La fundación tomó el nombre de San Juan de la Cruz por la vinculación del fraile carmelita con Caravaca, y comenzó a funcionar con la colecta realizada el 28 de julio de 2014 con motivo de la celebración de la llegada de la reliquia de sangre de San Juan Pablo II a la parroquia de Santo Tomás Moro.
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