juan f. robles.
CARAVACA DE LA CRUZ
Domingo, 27 de octubre 2019
En un tiempo en el que el ser humano está tan necesitado de seguir encontrándose a sí mismo, el mensaje de San Juan de la Cruz resuena en el corazón de la Sierra de Segura. El sábado se presentó en Santiago de la Espada (Jaén) la segunda edición de la»Guía del Camino de San Juan de la Cruz. Un camino hacia el interior».
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El acto reunió a alcaldes y párrocos de las localidades por las que transcurre el camino, como Caravaca de la Cruz, El Sabinar (Moratalla), Nerpio, Santiago de la Espada y Pontones, Hornos y Beas de Segura, además de simpatizantes y andariegos que han realizado el Camino de San Juan de la Cruz en los últimos años, un camino de espiritualidad, naturaleza e historia que une a territorios con muchos valores en común.
El espacio que une Beas de Segura y Caravaca de la Cruz era recorrido, a finales del siglo XVI, por San Juan de la Cruz, como Vicario de Andalucía y confesor de los conventos de monjas de las recientes fundaciones de Santa Teresa. Unos paisajes, entornos e historia que le sirvieron de inspiración en gran parte de su magna obra.
«El Camino de San Juan de la Cruz» nace a comienzos de 2016 a iniciativa de los Carmelitas Descalzos de Caravaca, con el apoyo de las Carmelitas Descalzas de Beas de Segura, como propuesta de concreción de aquella realidad histórica y acercar el mensaje de San Juan de la Cruz, la mística, la poesía. Es una experiencia de encuentro e interioridad, que se ofrece al ser humano desde el incomparable marco de la Sierra de Segura.
Desarrollada por los cinco ayuntamientos por los que discurre: Caravaca de la Cruz, Moratalla, Nerpio, Santiago-Pontones, Hornos y Beas de Segura. Tres provincias (Murcia, Albacete y Jaén) unidas no solo por su historia compartida, sino también por el paso de tan insigne místico universalmente reconocido.
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La belleza, el esfuerzo, el silencio y la interioridad se ofrecen al andariego -como decían de Santa Teresa- para llenar no solo sus ojos de belleza y su cuerpo de salud, sino también de amor su alma, en la huella de Aquel que, todo, «con sola su figura, vestido lo dejó de su hermosura».
Un camino en el que el andariego elige su destino: da igual ir hacia Caravaca que hacia Beas, pues su valor está en el camino mismo. ¿El motivo? siempre personal…, pudiendo descubrir el mensaje de San Juan de la Cruz, presente en la espectacular belleza de la fauna, flora y tradiciones, de estos valles, ríos, cumbres… que también a él inspiraron en su magna obra, de poesía y de encuentro con la naturaleza, la persona y Dios. En ese orden, todo un itinerario para la esperanza, el esfuerzo y la alegría.
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