La reducción de la entrada de nutrientes al Mar Menor durante 2024 supuso también una menor proliferación de la biomasa que continuó retirándose de sus playas por parte del Gobierno regional en coordinación con los ayuntamientos. El director general del Mar Menor, Víctor Serrano, concretó este lunes que esa disminución fue considerable si se comparan las 6.500 toneladas de biomasa del año anterior frente a las 27.400 que se alcanzaron en 2022 (en 2023 fueron unas 8.000). Serrano destacó de esta tarea que «es una de las acciones que más están influyendo en el equilibrio» de la laguna. Se evita la acumulación de fangos y la liberación de nutrientes que estas plantas acumulan, reduciendo al mismo tiempo que vuelvan a liberarse nuevos nutrientes disponibles para el crecimiento de más biomasa. «Es un reflejo también de que la entrada de nutrientes se está conteniendo, por la situación ambiental y por las medidas que se están tomando», según el director general, que cree que el Mar Menor «va alcanzando el equilibrio, dentro de la fragilidad que tiene».
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Así lo adelantó Serrano antes de mantener en el CAR de Los Narejos la primera reunión de coordinación técnica con los ayuntamientos de Los Alcázares, Cartagena, San Pedro del Pinatar y San Javier y los responsables de la UTE (unión temporal de empresas) que se hará cargo de esta labor en los próximos dos años. La Consejería resolvió ese nuevo contrato para los próximos dos años a finales de 2024, a razón de 7,2 millones por año y con la posibilidad de que se aprueben dos prórrogas de un año cada una.
Estas tareas de retirada de biomasa se realizan de forma continua y durante todo el año a lo largo de los 73 kilómetros de costa del Mar Menor, con especial incidencia en los meses de verano y en aquellas zonas donde se produce la penetración de nutrientes, como la rambla del Albujón (particularmente en puntos como Los Urrutias o Los Nietos) o los tramos que quedan más próximos a los afloramientos de agua del acuífero. En todo caso, apuntó Serrano que esto «no quita para que, en algunas ocasiones, debido a temporales o a las corrientes marinas, también aparezcan por la zona de La Manga o el Estacio».
Esta línea de trabajo se sigue desde 2019, año en el que se produjo una mortandad masiva de fauna que afectó a la laguna. Esta biomasa es trasladada a un gestor autorizado para su procesamiento. Serrano recordó también que hay en marcha diferentes proyectos también para su valorización, «para que pueda comercializarse de alguna manera», añadió el director general.
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