Candela, la bebé que nació en una gasolinera

«Salía de cuentas hoy y el parto estaba programado porque he llevado un embarazo muy controlado por factores de riesgo», detallaba ayer la parturienta en la sala de lactancia del Materno Infantil, donde ya era famosa cuando llegó el pasado domingo por la tarde. «Fíjate la diferencia de lo que pensaba que pasaría a la realidad; al final, he parido como lo hacían antiguamente las abuelas, sin epidural y fuera del hospital», destacaba con su bebé de 2,530 kilos y 49 centímetros en brazos, que se encuentra en perfecto estado de salud, como la madre. «Gracias a Dios, porque la cría venía con dos vueltas del cordón umbilical en el cuello», explicaba sobre el alumbramiento que protagonizó en la parte trasera de un BMW Serie 1 color blanco estacionado en una gasolinera de la avenida Miguel Indurain de la capital, a la altura de Puente Tocinos.

A sus 53 años, Juan Enrique Campillo no esperaba ser padre. Ni mucho menos tener que asistir el parto de su mujer siguiendo las instrucciones de los sanitarios del Centro de Coordinación de Emergencias 112. Para dar cuenta de la velocidad con la que sucedieron los hechos, enseña el registro telefónico, que refleja que a las 19.09 mantuvo una conversación de 9 minutos y 6 segundos. «Fue justo el tiempo que tardó en llegar la ambulancia, pero la cría nació un minuto después de hacer la llamada», resaltaba emocionado por lo vivido el pasado 30 de junio. «El médico me preguntó si le veía la cabeza y me dijo que la agarrara por los hombros, pero de repente estaba fuera; no sé ni cómo lo hice, fue un gesto instintivo», destaca sobre su participación en el parto. «El miedo me entró después, cuando fui consciente de lo que podía haber pasado si algo hubiera salido mal».

Poco antes de verle la cara a su hija por primera vez, estaba preparándose para ver el fútbol. «Candela quería ver a la Selección», bromea al referirse al encuentro de Eurocopa que enfrentó a España con Georgia. «Habíamos encargado unos pasteles de carne para ver el partido y de repente mi mujer me dijo que le estaban dando contracciones muy fuertes y nos teníamos que ir pitando al hospital», comentaba ante la atenta mirada de Juanita, la hermana mayor de Candela, fruto de una relación anterior de Carmen. «Con ella tardé más de doce horas en dar a luz, aunque fue menos doloroso», señalaba sobre su mediático parto entre surtidores. «Enmarcaré la página del reportaje; es nuestra primera foto de familia», anunciaba «inmensamente feliz».