Secciones
Servicios
Destacamos
El campo murciano casi logra alzarse este miércoles con el total protagonismo en el calendario de movilizaciones del sector primario este mes contra las políticas agrarias, pero las tractoradas no autorizadas que sacudieron Madrid ayer atrajo más atención social y mediática. Aun así, los agricultores ... y ganaderos de la Región consiguieron la mayor movilización registrada en las últimas décadas con más de 2.000 vehículos (1.500 según la Delegación del Gobierno) en las diez tractoradas que surcaron la Comunidad en una jornada histórica para las organizaciones agrarias COAG, Asaja y UPA.
No hay duda de que también fue la protesta más controlada y vigilada por las fuerzas policiales, con unas instrucciones muy definidas para poder desfilar con los tractores por las principales conexiones por carretera de la Región. Pese a ello, los cortes de autovías y los atascos kilométricos fueron inevitables, un trofeo para unos organizadores que buscaban visibilizar el enfado y la unidad de acción del campo ante esta crisis económica y estructural que presenta.
La diana de las protestas, que abarcaron cinco comarcas durante todo el día de ayer, fueron las diferentes legislaciones europeas y nacionales que dan más espacio a la protección ambiental y que limitan más las condiciones en las que se puede cultivar, todo esto en un plazo de tiempo corto para adaptarse. En líneas generales, el sector primario de la Región busca no perder competitividad con los productos agroalimentarios que lleguen de terceros países en un mercado al que le falta más control de las administraciones. Para otros, lo primordial este miércoles era mostrar a los murcianos los bolsillos para que vieran cuánto cuesta ahora producir y cuánto recibe un agricultor por cada alimento que saca al mercado.
Una protesta agraria nunca decepciona. La jornada arrancó sin sol, como es habitual en el campo, pero en esta ocasión la vía de tránsito para los tractores no cruzaría ni bancales ni caminos de tierra. Todos en sus puestos, las marchas empezaron a rodar a partir de las 9.30 horas en todos los circuitos acordados con la Delegación del Gobierno. Pero antes, los agricultores del Altiplano se acordaron de los franceses: patatas y uvas del país vecino acabaron aplastadas contra el suelo como venganza por los asaltos a las mercancías murcianas del pasado mes de enero.
Avisados todos los murcianos de lo que este miércoles iba a ocurrir, muchos buscaron alternativas o se movieron antes de casa para llegar hasta los puestos de trabajo o los centros educativos. El tráfico iba a ser lento, y lo fue, pero los manifestantes cumplieron con lo pactado y sólo ocuparon el carril derecho de las autovías A-30, A-7 y las vías rápidas regionales RM-19 y RM-15 (Noroeste). Sólo en la autovía de Jumilla y Yecla se llevaron a cabo cortes completos de la circulación con invasión a pie de todos los carriles.
En la ruta del Valle del Guadalentín se llegaron a acumular tantos tractores, camiones y furgonetas en la movilización que las organizaciones desviaron a parte de los manifestantes de las pedanías al oeste de Murcia hacia la ruta que moría en la capital. Ronda Sur fue la vía de entrada con un recorrido que pasaba por la Consejería de Agricultura. El presidente de COAG Cartagena, Vicente Carrión, se presentó con una cabra ante las rejas cerradas de la institución para negociar soluciones con la consejera Sara Rubira, pero el intento se quedó ahí. La cabra tenía escrito en un lateral de su pelaje el nombre de la titular de esta cartera.
Todos los tractores, incluidas las columnas que llegaron desde la Vega Media, aparcaron en las avenidas en paralelo al río Segura y La Fica para abultar la concentración frente a la Delegación del Gobierno. Allí, varias empresas y cooperativas agrarias, a través de las patronales Proexport y Fecoam, comenzaban a repartir 30.000 kilos de tomate, limones, brócoli o coliflor a todos los vecinos que hicieron una cola de varios cientos de metros.
Los momentos de distensión y calma entre los manifestantes derivaron en algunos momentos de tensión donde limones y tomates acabaron cortando el tráfico de la avenida Teniente Flomesta y poniendo en guardia a los antidisturbios de la Policía Nacional, que habían creado un cerco en torno al edificio gubernamental. Una mujer acabó identificada y expulsada tras lanzar varios productos contra el recinto de la Delegación y los gritos fueron en aumento contra la institución.
Tras el retraso en la llegada de los tractores y los momentos de alta tensión, la cita con la delegada se fue aplazando hasta pasada la hora de comer. José Miguel Marín (COAG), Alfonso Gálvez (Asaja) y Marcos Alarcón (UPA) trasladaron sus reivindicaciones a Guevara para finalmente solicitar una reunión con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Los tres advirtieron que esto no acaba aquí, y que el campo se volverá a ver las caras con las instituciones el próximo lunes en una manifestación en Madrid frente al Ministerio de Agricultura convocada por las tres organizaciones agrarias.
Los territorios del Guadalentín, el Noroeste, el Altiplano y la Vega Alta estrenaban ayer la fórmula de las tractoradas comarcales, que lograron reunir a cientos de vehículos por la mayor proximidad entre las explotaciones agrarias y el recorrido de la manifestación.
En Lorca, el agricultor Rodrigo Martínez, de la pedanía de Zarzadilla de Totana, era el primero en llegar a la explanada de los Hermanos Guerrero, donde comenzaba la manifestación. Tras él llegaron más de 400 tractores, autobuses, camiones y furgonetas de Lorca, Águilas y Puerto Lumbreras para participar en la caravana por la autovía A-7. Hostelor, antes, repartió 300 raciones de bizcocho elaborado por las hermanas clarisas, además de chocolate caliente, botellines de agua y bocadillos a los congregados. La columna de tractores partió hacia la autovía A-7, llegó hasta la pedanía de La Hoya, donde se reunieron con los de Totana y continuaron su viaje hasta el polígono industrial El Saladar para iniciar el regreso a Lorca a las 15 horas.
En el Campo de Cartagena, los agricultores compartían argumentos y enfado con sus compañeros de otras regiones españolas, movilizados también contra la entrada de productos menos controlados de terceros países, pero los que recogen sus cosechas cerca de la costa tienen su propio malestar con la ley del Mar Menor.
La tractorada convocada en Yecla se centró en provocar cortes de tráfico en la autovía A-33 que conecta Murcia y Valencia por el interior. Los agricultores, con sus chalecos amarillos, cortaron en dos ocasiones, y en los dos sentidos, esta carretera entre el sonar de los cláxones de los tractores y con una bandera con el lema 'Viva el campo'. No hubo situaciones de tensión entre los manifestantes y los cuerpos de seguridad, que permitieron que los tractores siguieran la marcha ocupando uno de los carriles. En Jumilla, 200 vehículos se sumaron a la marcha, no sin antes escenificar el enfado del sector arrojando al suelo lentejas, garbanzos, patatas, cebollas, judías verdes o uvas, procedentes de otros países, entre ellos Francia.
En la comarca del Noroeste, desde Mula, Caravaca y Bullas se sumaron más vehículos a la protesta bajo el lema 'Si el campo para, la ciudad no come'. En la Vega Alta, la tractorada se movió en torno a Cieza, con concentración en su centro urbano frente a Mercadona.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.