Una mujer extranjera toma el sol junto a su caravana en la parcela que tiene alquilada en el Camping Mar Menor, ubicado entre La Ribera y Los Alcázares. J. M. Rodríguez / AGM

Los campings de la Región de Murcia, un oasis a orillas del mar cada vez más deseado por los extranjeros

La Comunidad se ha convertido en un destino idílico en invierno para viajeros en caravana: se quedan 15 días, más que en cualquier otro lugar

Fernando Perals

Los Alcázares

Lunes, 18 de marzo 2024, 01:29

Basta con mirar al cielo casi cualquier día para observar una de las fortalezas de la Región de Murcia. El sol brilla con fuerza la mayoría de los 365 días del año, los termómetros muestran el calor con el que el sureste de España acoge ... a los turistas que eligen este retiro para sus días de disfrute. Están los que optan por la opción tradicional, que no es otra que un hotel o un apartamento en el que tomar un descanso cuando dejan de empaparse de la cultura murciana. Pero también se encuentran los que prefieren viajar con la casa a cuestas, eligen un camping y ponen los cimientos de su hogar tan rápido como los quitan.

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El Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que la Región de Murcia está en el 'top' de las autonomías que más turistas de camping reciben durante el año. Es la tercera comunidad que más extranjeros acoge: un total de 121.270 pernoctaron en enero. La Región fue el pasado mes de enero el punto de España que registró el mayor dato de estancia de este tipo de viajeros: se quedan una media de 15 días, más que en ningún otro lugar, y la ciudad de Cartagena y su entorno aparece como uno de los rincones preferidos para alquilar parcela, aparcar la caravana y disfrutar al aire libre del clima, el mar, la gastronomía y la gente.

Son los principales atractivos que hacen que alemanes, británicos, belgas y vecinos de toda España cierren sus hogares, carguen sus caravanas y cojan carretera y manta para llegar hasta aquí. Son cada vez más numerosos -y variados- los campings que se pueden ver en la Comunidad. Cartagena, Los Alcázares y la zona del Mar Menor, Mazarrón y Águilas son los puntos que cuentan con mayor oferta -y demanda- de viajeros que buscan este tipo de alojamiento. Despertarse y ver el mar, pasar las horas bajo el sol y recorrer el litoral de la Costa Cálida es, para muchos, un oasis cada vez más deseado en cualquier época del año.

Es el caso de Rickard y Birgitta, una pareja sueca que bordea los 60 años y que a mitad de marzo ya gozan de un moreno propio de otra procedencia. Ellos eligen el Camping Mar Menor, ubicado entre Los Alcázares y La Ribera, para disfrutar junto al agua. «Amamos tener el mar cerca. Y el clima en Murcia es el mejor de toda España. ¿Cómo no vas a venir aquí?», confiesan. Turistas como ellos también miran su bolsillo a la hora de planificar sus escapadas y este tipo de alojamiento entra como anillo al dedo en la economía de muchos. «Ir de camping es una opción más asequible que buscar un hotel; hemos probado ambas pero aquí encuentras algo diferente», reconocen Rickard y su mujer, que llevan desde octubre y no tienen pensado marcharse hasta que abril agote sus días.

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Al Camping Mar Menor, uno de los más solicitados en los últimos años en la Región, llegan sobre todo extranjeros, como indica su responsable de Comunicación, Beatriz Carrasco. «Vienen muchos alemanes y británicos para poder estar a orillas de la laguna; se despiertan y ven el mar. Es una ubicación tan acogedora que se crea una comunidad entre todos los viajeros que llegan». Este campamento es fiel reflejo de los datos que arroja el INE. «El número de reservas se disparó tras la pandemia de la covid. A pesar de estar llenos, nos siguen llegando llamadas, algo que antes no solía ocurrir. De diciembre a febrero y desde abril hasta pasado el verano estamos a tope», indica Carrasco.

Segundos hogares

Adentrarse en el mundo del camping parece sencillo. Un turismo asequible, que goza de casi todas las comodidades y en el que tus vecinos llegan a convertirse en inseparables amigos. Salir de él o probar otras opciones es, en cambio, tarea más complicada para aquellos que prueban a vivir sin ladrillos de por medio. Peter y Tania son de Bélgica. Su hogar está en Gante, pero hace cinco años hicieron por primera vez los casi 2.000 kilómetros que separan su casa del Camping Mar Menor. Suficiente experiencia la primera para optar por reservar una parcela de 90 metros cuadrados de forma indefinida en la que disfrutar cada tres meses. «Hemos hecho muchos amigos; la gente de aquí hace que te quedes. Nosotros pasamos tres meses y luego nos marchamos otros tres a Bélgica, pero dejamos aquí la caravana grande. Estamos enamorados del clima», apunta Peter, que en esta ocasión se quedará más tiempo en su «paraíso» por culpa de una rotura de tibia.

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Pero el inglés y el alemán no son solo los idiomas que se hablan a orillas del Mar Menor. Turistas nacionales de distintos puntos de España optan por desplegar todos los rincones de su caravana y crear su hogar sobre ruedas. Incluso, murcianos que pusieron los cimientos hace ya tres años y tienen ahí su segunda residencia. Como Ana y Pedro, que van y vienen de la capital a Los Alcázares como el que se marcha y regresa de su casa de la playa. «Vivimos más en el camping que en Murcia porque nos encanta la naturaleza. Nos iniciamos después de la pandemia por la necesidad de salir. Es nuestro escape; nos sentamos frente al mar y nos relajamos en un segundo», comenta Ana. Su marido tiene ahí «todo lo necesario, hasta el fútbol para ver ganar a mi Real Madrid». No quieren oír hablar de pisos. Quieren, como todos los que buscan este retiro, huir de ataduras. «Aquí nos sentimos libres, como dos pajaritos», confiesan.

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