Dos jóvenes echan un vistazo a prendas rebajadas, ayer por la tarde, en una tienda ubicada en la Gran Vía de Murcia. ANDRÉS MOLINA / AGM

El desplome del consumo en la Región de Murcia hunde las expectativas puestas en las rebajas

Los pequeños comercios se preparan para vivir «un otoño muy duro» y advierten de que no pueden competir con las grandes superficies

Sábado, 9 de julio 2022, 01:33

Hace tres semanas que empezaron las rebajas de verano, en las que el pequeño comercio de la Región tenía puestas muchas expectativas tras encadenar ... varias temporadas «complicadas». Sin embargo, los bolsillos de los murcianos están resentidos por la imparable subida de precios y esta situación se ha reflejado ya en la campaña de descuentos, que «no ha acabado de arrancar». Lo que ha provocado que el sector empiece a dar muestras de resignación ante la caída del consumo, que hace prever «un otoño muy duro» para los comerciantes.

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Carmen Piñero, presidenta de la Federación de Comercio de la Región de Murcia (Coremur) integrada en Croem, explicó que «los primeros ocho o diez días se movió el consumo, pero ahora se ha ralentizado. Parecía que se estaba activando un poquito la venta, aunque sin llegar a los niveles que necesitamos para recuperarnos, pero esa tendencia ha desaparecido al terminar el colegio y empezar las vacaciones».

Según Piñero, la liberalización del periodo de rebajas que aprobó el Gobierno central hace una década –que permite hacer descuentos en cualquier momento del año– «perjudica mucho al pequeño comercio, que no puede competir con las grandes superficies» a la hora de poner en marcha continuas promociones.

«El efecto llamada se diluye si todo el año hay campañas de descuentos», aseguran desde la federación empresarial

En este sentido, desde Coremur reclaman «que se vuelva a regular el periodo de rebajas por ley porque necesitamos tener una época en la que no haya descuentos y las tiendas podamos vender al margen normal para sobrevivir porque así es insostenible. La desregularización se hizo pensando en incentivar el consumo, pero no ha tenido el efecto deseado», apuntó. Piñero está convencida de que «el efecto llamada se diluye si todo el año hay campañas de descuentos. Hemos notado mucho cómo ese estímulo que había antes se ha perdido», aseguró preocupada por la situación, que cree que podría abocar, en cuestión de pocos meses, a muchos negocios al cierre.

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«El problema no es solo que no se venda mucho, sino los costes que implica tener un negocio abierto. Estamos bajando los precios para sacar el 'stock' y cada vez se complica más subir la persiana cada día». No es el único obstáculo que señalan desde Coremur. «La apertura de 20 días festivos que marcan las leyes nacional y regional, y las compras 'online'» son otros de los factores que no ayudan a que el pequeño comercio levante cabeza.

Inspecciones todo el año

Los inspectores de la Dirección General de Comercio e Innovación Empresarial ya no hacen campañas específicas para la temporada de rebajas, pero sí controlan todo el año a los comercios para que cumplan con las normas establecidas, según informaron desde la Consejería de Empresa. «No se ha abierto expediente sancionador a ningún comercio, pero sí se ha detectado algún error subsanable», explicaron las mismas fuentes.

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Por su parte, la Asociación de Consumidores y Usuarios en Red Consumur pide que «aumente el número de inspecciones para evitar irregularidades, que van desde la falta de información sobre el precio original de los productos hasta la venta de artículos defectuosos en los que se presenta el reclamo de rebaja, cuando en realidad se trata de saldos».

Carmen Cano, en su tienda Woman Boutique 1970. ANDRÉS MOLINA / AGM

«Pasan los meses y seguimos en el mismo punto de partida»

Carmen Cano tiene un negocio de moda de mujer que lleva abierto 52 años en el centro de Murcia. Primero empezó con un solo local y con los años abrió un segundo establecimiento a dos portales de la 'tienda madre' enfocado al público juvenil.

En su trayectoria profesional asegura que ha visto de todo, pero no recuerda una «locura de precios como la que estamos viviendo ahora», refiriéndose a la subida que han experimentado la cesta de la compra, la electricidad y los carburantes. «Esto es una cadena que no sé a dónde nos va a llevar porque es insostenible», destaca esta comerciante de toda la vida.

Respecto a la campaña de rebajas de este verano, Cano asegura que «el consumo está a medio gas, muy pausado» y valora las tres semanas que lleva con descuentos de hasta el 50% como «muy flojas». «Nuestras clientas están en la playa y las altas temperaturas no motivan a la gente de los municipios de alrededor para que venga a la ciudad de compras», explica.

Tan mal ve el panorama que se está planteando cerrar dos semanas en agosto, algo que no ha hecho hasta ahora en el más de medio siglo que tiene el negocio abierto. «Se sufre mucho porque haces unas inversiones brutales comprando ropa y en el momento en el que no vendes, no puedes obtener beneficios», cuenta. «Pasan los meses y seguimos en el mismo punto de partida», lamenta.

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