«En los botellones la gente iba sin mascarilla»

Las hermanas mellizas Natalia y Raquel, alumnas de dos institutos de la ciudad de Murcia, llevan desde el miércoles confinadas con sus padres en casa. La segunda ha dado positivo, pero se encuentra bien y sin apenas síntomas, como al menos diez de sus amigos. Natalia se ha escapado, y su familia, de momento, también. Las dos recuerdan que durante el viaje, organizado por una agencia sin relación con los institutos, las ocasiones propicias para el contagio fueron muchas, pero en los botellones y las llamadas 'pool party' las medidas de seguridad se relajaban casi del todo. «En los botellones había muchísimos jóvenes de toda España; un callejón repleto de gente haciendo botelleo, y muchos de ellos sin mascarilla», rememora Natalia, quien se alojó durante toda la semana del viaje (hasta el 23 de junio) en un hotel de la zona norte.

En las actividades programadas por la agencia, como el concierto 'reggaeton beach festival', las medidas de seguridad se mantenían. «Nos sentaron de dos en dos, la mascarilla era obligatoria, y había más control. Pero en las fiestas era otra cosa», admite Natalia, quien se alojó en un bungaló con otras cuatro compañeras, y ninguna ha dado positivo. «En las zonas comunes, el hotel controlaba, pero en las reuniones que hacía la gente en sus casas la historia se relajaba», recuerda.

Raquel empezó a tener síntomas el mismo miércoles por la tarde, apenas unas horas después del aterrizaje. Dolor de cabeza y unas décimas que pusieron en alerta a la familia, que enterada del macrobrote de Mallorca, pidió cita para que las hermanas se sometieran a un test. Según los resultados que les dieron en la clínica, las dos eran positivas, pero la confirmación posterior por correo electrónico descartó el contagio de Natalia. En el grupo de Raquel, alojado en el hotel Arenal Tower, han corrido peor suerte. «De momento somos diez contagiados, pero algunos están a la espera de resultados y muchos tienen síntomas», cuenta.

El recuerdo de la 'pool party' del último día del viaje lleva a la memoria de Raquel escenas en las que el contagio era más que posible. «Mucha gente no llevaba la mascarilla en la piscina, donde había un escenario con música, gente bailando, bebiendo... La verdad es que allí, con la familia lejos y en ese ambiente, era fácil olvidar que estamos en pandemia», reconoce. También en los macrobotellones que se toparon en su primera noche en la isla.

«No había visto a tanta gente junta en mucho tiempo. Los estudiantes, de toda España, estaban al principio de la noche en grupos y con mascarilla, pero a medida que pasaba el tiempo se iban mezclando y las mascarillas, olvidando...», cuenta preocupada por la cuarentena que ha tenido que realizar su familia. «Ahora soy mucho más consciente de las consecuencias, pero hay que sacar lo bueno de la experiencia», dice aún confinada en casa. A Raquel y a sus amigos les sorprendió la dimensión del botellón, y también la escasa actividad de la Policía. «Pasaban patrullas, pero no hacían nada. Cuando vimos a los agentes pensábamos que iban a empezar a poner multas, pero qué va, no hacían nada», recuerda sorprendida. Y preocupada, como su madre, porque el médico de cabecera considera que no es necesaria una prueba PCR para confirmar que ha superado la enfermedad.

Como Raquel, al menos otros 79 jóvenes estudiantes de la Región están afectados por el macrobrote de Mallorca, que además mantiene en cuarentena a 366 estudiantes y a sus contactos estrechos. La mayoría, alumnos de segundo de Bachillerato, que terminaron hace unos días las pruebas de acceso a la Universidad.

El Servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud confirmó ayer que hasta el momento son ya 80 casos los confirmados entre estudiantes de la Región participantes en el viaje, entre ellos, alumnos de los centros educativos Jesús María, Capuchinos, La Flota, La Florida, Infante Juan Manuel y Floridablanca. De ellos, 66 están relacionados con el antecedente del viaje de estudios a Mallorca, y 14 son casos secundarios. Los centros educativos son ajenos a la organización del viaje, gestionados por agencias 'online' especializadas que contratan todas las actividades y permiten financiar la excursión a plazos desde principio de curso. Las agencias, que en un principio requerían una prueba serológica para viajar, anularon a última hora ese requisito para los alumnos de la Región por la baja incidencia de contagios en Murcia, aseguran las familias.

Según los datos de Salud, ninguno de los casos se encuentra hospitalizado. Salud Pública trabaja en el estudio de los casos y los contactos estrechos, que suman 366.