José López y Mario Gómez. J.M.R. y J.C. / AGM

Bochorno en los Plenos de Cartagena y Murcia

Los insultos y las faltas de respeto protagonizan las sesiones plenarias de los Ayuntamientos de los dos principales municipios de la Región

Viernes, 29 de octubre 2021, 08:13

Los Plenos de Cartagena y Murcia celebrados este jueves estuvieron protagonizados por insultos y palabras malsonates en una de las jornadas plenarias más tensas.

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En Cartagena, otro bochornoso espectáculo, con José López como protagonista principal, obligó a la alcaldesa, Noelia Arroyo, a interrumpir este jueves el Pleno del Ayuntamiento de Cartagena durante quince minutos . «Golfa» «corrupta» y «garrula» fueron las descalificaciones que el exalcalde y concejal de MC dirigió a Arroyo y a la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón. «¡Vete a la mierda!», le gritó a la primera, según otros ediles. Casi todo fue con el micrófono apagado, tras rogarle ella varias veces que se moderara y que dejara de insultar a miembros de esta Corporación». La regidora le exigió que dejara «de decir memeces» como las que «en el pasado ya nos avergonzaron en toda España» y contribuyó a la bronca con un «tómese la pastilla» fuera de lugar. Finalmente, tras advertir a López que se jugaba la expulsión del salón de plenos, decidió hacer una pausa para enfriar los ánimos.

José López revienta la sesión.

Llama «garrula» y «golfa» a Noelia Arroyo y essta le contesta que «deje de decir memeces» y «tómese la pastilla»

El bochorno comenzó transcurridas dos horas y cuarenta minutos de sesión. La aprobación de los impuestos municipales que los cartageneros pagarán el año que viene, el anuncio de medidas contra el botellón... Todo quedó eclipsado en cinco minutos. Arroyo ya había llamado la atención a los concejales de MC para que evitaran alusiones a la «pinza» del PP y del resto del gobierno «contra Cartagena» y a los «pactos que traicionan» a sus vecinos. Ante una referencia del edil de MC Ricardo Segado en esos términos, en su propuesta para pedir el regreso del Ara Pacis, le quitó la palabra para darle un aviso todavía más firme.

Entonces entró en acción López con una agresividad similar a la que ya ha utilizado en una decena de plenos anteriores. Arroyo le pidió que dejara «de decir tonterías» y su contestación, con el micro ya abierto, fue que «tonterías dicen los tontos y golferías, las golfas». El portavoz de MC había pedido a gritos a la alcaldesa «respeto» para Segado. Ella recordó que el debate «lo dirige la presidencia», mientras su interlocutor echaba más leña a un ambiente muy tenso. La Policía Local aguardaba en la puerta.

En esa intervención fuera de lugar, el exalcalde aprovechó para ampliar con vehemencia sus acusaciones. Aludió a unos presuntos tratos de favor en la gestión del equipo de gobierno hacia sus «amigos». «Eso que dice nos ayudará en una causa abierta contra usted», replicó la alcaldesa, recordando la denuncia presentada por su padre, el empresario Juan Arroyo, del que López insinuó que se había beneficiado de contratos públicos con su hija en el poder.

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Discusión por las ventanas

Después, el edil cambio de dirección para pedir que las ventanas del Salón de Plenos estuvieran abiertas, en cumplimiento del protocolo anti Covid. Pretendía que entrara el ruido de la protesta sindical que tenía lugar al mismo tiempo en la Plaza del Ayuntamiento. «Va a hacer usted que nos contagiemos todos», la acusó en voz alta. «Además, así escuchará a sus policías», añadió él. «No tengo inconveniente, pero hemos decidido dejar abiertas las puertas para evitar las molestias que ya hubo en el último Pleno por la entrada de tanto ruido», replicó la regidora. «A usted le pide el cuerpo es que haya un receso», advirtió Arroyo, dado que López no paraba de hablar sin su permiso

Nada mas iniciarse la pausa, el portavoz de MC se apresuró a abrir la ventana más cercana a la mesa presidencial, para ventilar. Pero al retomar la sesión, la secretaria del Pleno, Alicia García Gómez, dijo que se estaba respetando el protocolo Covid. La tensión volvió a subir a los pocos minutos, con una alusión de Manuel Padín, de Cs, a que López «llamó a un periodista 'mono con bolígrafo'» en el pasado. Eso volvió a alterar al exalcalde, quien puntualizó: «Dije que algunos con un lápiz son más peligrosos que un mono con metralleta». «No como usted -añadió-, que afirmó ante testigos que en los sacos de mi negocio había algo más que café. Esa de llamarme narcotraficante se la va a comer entera y bien fresquita. Se lo digo para que duerma tranquilo», le espetó airado.

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Por la tarde, la alcaldesa pidió «disculpas a todos los cartageneros porque esas salidas de tono impresentables pueden tirar por tierra todo el trabajo del Pleno». Y José López confirmó en redes sociales sus insultos a Arroyo y, además, trató de justificarlos con rebuscados argumentos. El escándalo volvió a ser noticia en medios de comunicación nacionales.

El PP abandona sus escaños

No hubo sorpresas en el Pleno del Ayuntamiento de Murcia en el que se debatieron y aprobaron los presupuestos de 2021 con los votos de PSOE, Cs y Podemos (como estaba previsto). Sin embargo, el debate derivó en un espectáculo poco gratificante y bronco, con cruces de insultos y comentarios tensos entre concejales del PP y el vicealcalde y socio de los populares hasta hace seis meses, el portavoz de Cs, Mario Gómez: «doctor vacunas», «banda criminal», «poca vergüenza» y «golfo» fueron algunos de los improperios que se intercambiaron.

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La discusión acabó con el abandono definitivo de los ediles populares de la sesión plenaria y la retirada de las mociones presentadas, al no conseguir que el alcalde, José Antonio Serrano, retirara del acta los calificativos ni que Mario Gómez se retractara.

Todo transcurría bastante dentro de los cauces normales de un debate plenario, cuando pasadas las dos horas de discusión, y en el segundo turno de intervenciones, estalló el primer enfrentamiento. Estaba hablando el portavoz de Ciudadanos sobre la necesidad de negociar y de respetar a otros grupos cuando no se tiene la mayoría, y de los «daños personales» que había sufrido por comentarios de sus exsocios (antes el edil popular Eduardo Martínez-Oliva se había referido a esos daños sufridos por ellos).

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En ese momento, dirigiéndose al edil del PP Felipe Coello, que estaba haciendo comentarios en voz alta a su exposición, al igual que otros compañeros, le llamó «doctor vacunas». Esto provocó sus protestas, y pidió la retirada del «insulto» o dijo que abandonaría el Pleno. A lo que el alcalde le respondió que le daría al final de la votación un tiempo para responder por alusiones. Los concejales abandonaron el salón de plenos durante los minutos restantes del turno de palabra de Gómez, pero regresaron después y votaron en contra de las cuentas.

El PP abandona sus escaños

Gómez se dirige a Coello como «doctor vacunas» y desata la cólera en los populares, que acusan al alcalde de permitirlo

El vicealcalde, en el último turno de palabra, se quejó de que no le dejaban hablar y de que le habían llamado «golfo» o que «no tenía vergüenza» por lo que estaba diciendo, pidiendo que constara en acta y recordando que él había sido objeto de muchas descalificaciones por parte de los populares en los medios de comunicación. Y añadió: «Hay que tener la cara muy dura para no saber identificar lo que es hacer daño personal, pero seguramente debe ser un pensamiento de todos aquellos que están en una banda criminal, como se ha dicho en algún juzgado».

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Tras volver a ocupar sus asientos, y terminar la votación de los presupuestos, Serrano le cedió la palabra a Coello para contestar a Mario Gómez. El concejal del PP recordó que la Fiscalía había archivado las diligencias abiertas para investigar las denuncias contra él por haberse vacunado y vacunar. Después aprovechó para dirigirse al alcalde, a quien le dijo que le parecía «increíble» que permitiera «que un compañero me falte personalmente a mí al respeto y al resto nos llame banda criminal». Para el Partido Popular, se habían «traspasado todos los límites».

Insistió al alcalde en que «si no le obligaba a retractarse yo me iré» (del Pleno) porque «no aguanto un insulto más de este personaje». Gómez no se retractó y el alcalde no le obligó, por lo que todos los concejales del Grupo Popular abandonaron la sesión cuando iban a debatirse el resto de las mociones de los grupos.

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El alcalde Serrano, que había pedido respeto al uso de la palabra antes del rifirrafe, les indicó que si querían irse «yo no puedo obligarles a que se queden».

PP y PSOE puntualizan

Posteriormente, el Grupo Popular emitió un comunicado en el que lamentaba que el regidor socialista se hubiera convertido en el primer alcalde «que permite insultos, calumnias, injurias y faltas de respeto en el Pleno».

Indicaron que mantener el orden era su potestad, tal y como recoge el artículo 19 del Reglamento de Funcionamiento del Pleno: «El alcalde-presidente tiene la obligación de asegurar la limpieza del debate y el respeto parlamentario, así como resolver los incidentes que se produzcan durante la sesión plenaria».

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Los socialistas, por su parte, replicaron en otro comunicado que el edil popular Felipe Coello iba a pasar a la historia «por ser el concejal más faltón de todas las corporaciones municipales». Recordaron también que este se había dirigido en otras ocasiones a distintos compañeros del Pleno llamándoles «feo», «gordo» o «tonta».

«El alcalde le ha dado la palabra por alusiones como se ha hecho» en otros Plenos, pero «el PP estaba empeñado en montar el número y ha utilizado este hecho» para hacerlo. «A falta de argumentos, tienen que montar el show», concluyó el PSOE.

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