Las atenciones en Urgencias por consumo de sedantes se disparan tras la pandemia en la Región de Murcia

También han experimentado un claro aumento las atenciones en Urgencias por reacciones agudas tras el consumo de cocaína (de 201 casos en 2014 a 348 en 2021), cannabis (de 180 a 319) y alcohol (de 195 a 319). En este último caso, solo se incluyen los cuadros en que el consumo de alcohol estuvo asociado a la ingesta de otras drogas. En total, los servicios de Urgencias registraron 1.151 atenciones en 2021 a pacientes que presentaban reacciones adversas tras el consumo de sustancias psicoactivas, lo que representa un aumento del 57% con respecto a 2014.

Los datos de Epidemiología coinciden con la percepción de los profesionales que trabajan a pie de cama. «Estamos observando un aumento de casos desde 2019, pero con un repunte en 2021 y 2022. Hay un efecto pospandemia», advierte Pascual Piñera, jefe de Urgencias del Reina Sofía y presidente de la Sociedad Murciana de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes Murcia).

A Piñera le alarma especialmente el incremento de intoxicaciones por un consumo de cantidades excesivas de sedantes. «Rara es la mañana en la que en mi hospital no tenemos a uno o dos pacientes a la espera de valoración por el psiquiatra. Nos llama la atención la cantidad de personas jóvenes a las que atendemos», explica. Francisco Toledo, psiquiatra de La Arrixaca, coincide en que hay un aumento de «conductas autolíticas», aunque mayoritariamente «sin fines suicidas».

Son personas que ingieren benzodiacepinas u otros sedantes «como reacción a la frustración» que les provoca «la incapacidad» para asumir y gestionar emocionalmente cualquier tipo de problema. «Se toman una caja de Valium para olvidarse de todo», resume.

Este tipo de situaciones ha pasado a convertirse «en la más habitual para los psiquiatras» en los servicios de Urgencias. Francisco Toledo advierte de que detrás del repunte que reflejan informes como el del servicio de Epidemiología hay «un problema más sociológico que psicológico: la intolerancia a la frustración, la falta de resiliencia».

La edad media de los atendidos en las Urgencias hospitalarias por consumo de hipnosedantes se sitúa en 37 años. Aunque el 51% de estos pacientes son mujeres, lo cierto es que el número de casos protagonizados por hombres se ha disparado especialmente en los últimos años.

Pero no todas las urgencias por consumo de sedantes están relacionadas con autolisis o tentativas de suicidio. El psiquiatra Francisco Toledo recuerda que es habitual que las personas que toman cocaína echen mano de las benzodiacepinas para afrontar la abstinencia. «Muchas veces hay un policonsumo de benzodiacepinas, cannabis y/o cocaína», señala.

El informe de Epidemiología destaca, de hecho, el fuerte aumento de atenciones en Urgencias relacionadas con el consumo de cocaína y cannabis. «El problema es que son drogas que se están normalizando mucho», lamenta Pascual Piñera. Los hospitales de la Región atendieron 2.090 reacciones agudas entre 2014 y 2021 en las que estaba presente, como sustancia principal, la cocaína. El perfil del paciente: un hombre de 36 años.

«Atendemos algún infarto o ictus y, sobre todo, a personas que acuden con dolor torácico, palpitaciones, nerviosismo», enumera el jefe de Urgencias del Reina Sofía. «Muchos pacientes vienen en un estado de agitación y agresividad», añade el psiquiatra Francisco Toledo, de La Arrixaca.

También se incrementan de forma muy destacada los casos relacionados con el consumo de cannabis: en todo el periodo analizado se han registrado 1.871. «Hay quien cree que se trata de una droga blanda, pero tiene efectos muy perjudiciales. Por ejemplo, brotes psicóticos», destaca Francisco Toledo.

El jefe de Urgencias del Reina Sofía, Pascual Piñera, recuerda que, además de estos casos más graves, hay otras reacciones agudas que no siempre se identifican con el cannabis, como los vómitos. «A veces vienen personas con estos síntomas y no son conscientes de que están provocados por esta droga. Pero les haces una analítica y ahí está», advierte.

El informe de Epidemiología analiza, asimismo, la evolución de las urgencias hospitalarias relacionadas con el consumo de anfetamina, heroína y opioides. En todos estos casos, las cifras se mantienen estables. En 2021 se atendió a 25 pacientes por efectos relacionados con la ingesta de anfetaminas, frente a los 18 pacientes que se registraron en 2014 y los 21 de 2019.

En cuanto a la heroína, se ha pasado de 29 casos en 2014 a 33 en 2021, si bien el pico se alcanzó en 2018, cuando pasaron por los servicios de Urgencias 48 personas con cuadros relacionados con el consumo de esta droga. Sí hay un mayor incremento en el caso de otros opioides, desde los 31 de 2014 a los 46 de 2021, pero las cifras son en todo caso bajas si se comparan con las registradas en otras drogas. El informe recuerda que la monitorización de estas sustancias se ha extremado tras la crisis de los opioides en Estados Unidos, pero lo cierto es que los estrictos controles en la prescripción del fentanilo en España están funcionando, destaca Pascual Piñera, jefe de Urgencias del Reina Sofía.

En definitiva, los resultados del informe apuntan a un aumento en el consumo de drogas e hipnosedantes en los últimos años, especialmente tras la pandemia. Para Piñera, esto «está relacionado con un deterioro de la salud mental» del que otros muchos estudios están alertando.