La Arrixaca duplica las intervenciones para tratar la fibrilación auricular

La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente, y la incidencia va al alza con el envejecimiento de la población, recuerda Domingo Pascual, jefe de Cardiología de La Arrixaca. En concreto, y según datos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el 4,4% de la población mayor de 40 años padece fibrilación auricular, un porcentaje que se acerca al 18% en los mayores de 80. Los pacientes presentan un ritmo cardíaco irregular que puede provocar coágulos de sangre en el corazón.

Más allá de los tratamientos farmacológicos, «con eficacia muy parcial y posibles complicaciones», como los anticoagulantes, los cardiólogos disponen desde hace poco más de una década de una técnica intervencionista para abordar «la curación de estos casos», denominada ablación. Mediante el uso de energía caliente o fría se provocan pequeñas lesiones en la desembocadura de las venas pulmonares en el corazón. De esta forma, se bloquean las señales eléctricas anormales que generan la arritmia. «Hasta ahora había dos formas de hacerlo, con catéteres que generan radiofrecuencia y queman el tejido, o catéteres que generan congelación, que es la técnica que estábamos utilizando en La Arrixaca», explica Pablo Peñafiel, responsable de la Unidad de Arritmias.

Pero estas técnicas de ablación tienen sus riesgos: pueden generar lesiones también en los órganos colindantes, como el esófago. La Arrixaca ha incorporado ahora una nueva tecnología que ya no utiliza una fuente de energía térmica, y que sortea estos peligros gracias a que la energía generada por los electrodos incorporados al catéter «es mucho más precisa» y no afecta a estructuras distintas al corazón. Se trata, en concreto, de la ablación mediante campos electromagnéticos pulsados. «Lo que se producen son pulsos eléctricos de alto voltaje pero muy cortos, de milisegundos», detalla Peñafiel.

La Arrixaca ha sido uno de los primeros hospitales en España en incorporar este procedimiento, que no solo es 'a priori' más seguro, sino también más corto. Habitualmente, dura menos de una hora, cuando con la crioablación puede ser necesario superar la hora y media o, incluso, llegar a las dos horas.

La nueva técnica se lleva a cabo bajo anestesia general, a diferencia de las anteriores, en las que se utiliza sedación. En función de las características del paciente, se opta por este nuevo procedimiento o por la crioablación.

El año pasado se realizaron en La Arrixaca 402 estudios de intervencionismo terapéutico para tratar arritmias de diferentes tipos. De estos, 152 fueron procedimientos de ablación para abordar la fibrilación auricular. En lo que va de 2023 se han realizado ya 150 intervenciones de este tipo, gracias a la incorporación de la nueva técnica hace ahora tres meses. Las previsiones pasan por cerrar el año con el doble de procedimientos de ablación que el año pasado.

La Unidad de Arritmias de La Arrixaca fue pionera en su momento con la introducción de los primeros tratamientos electrofisiológicos de la mano de Arcadio García Alberola. Ahora, vuelve a «ir por delante» al incorporar nuevas técnicas, destaca el jefe del servicio de Cardiología, Domingo Pascual.