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De Antonio y María a Leo y Daenerys, así han cambiado los nombres en la Región en 100 años

De Antonio y María a Leo y Daenerys, así han cambiado los nombres en la Región en 100 años

La sencillez gana terreno a la hora de elegir y los simples y cortos ya se imponen a los compuestos en 9 de cada 10 familias

Viernes, 3 de marzo 2023

Atravesar el tiempo a través de los nombres de los habitantes de la Región de Murcia es recorrer la propia historia de la Comunidad, visitar las modas de las que se contagió y seguir los pasos de su evolución. Los cambios sociales y demográficos tienen su reflejo en esta lista de nombres de pila que recoge los sonidos con que los murcianos se designan unos a otros y que ha sufrido cambios sustanciales desde principios del siglo pasado.

Si pudiéramos dar un paseo por las calles de las localidades de la Región en los años 20, Fulgencio, Bartolomé, Pascual, Francisca y Concepción serían nombres habituales. Hoy pocos niños responderían si se pronunciaran en voz alta en mitad de una plaza, una calle o la escuela, donde sería más fácil dar con Noas, Leos, Mías, Hugos, Chloes, Enzos y Vegas.

El Instituto Nacional de Estadística recoge los nombres más frecuentes en cada década desde 1920, lo que permite bucear en los principales cambios de los últimos 100 años, un periodo en el que ha habido 3.236 nombres distintos en la Comunidad, 1.576 de hombre y 1.660 de mujer. Puedes buscar cualquier nombre y ver su número en las distintas décadas.

La escalada de los Pablos y las Martinas

En niños, Pablo ha sido el nombre más común en los últimos 20 años, tras superar en la década del 2010 a Alejandro, que fue el más popular en los 2000. El ascenso de Pablo ha sido el más destacado desde el inicio de los registros, al pasar del puesto 73 que ocupaba entre 1920 y 1930 a lo más alto de la tabla en los primeros años de la década de 2020. Por otra parte, Enzo, que nunca se había registrado hasta los 2000, ha irrumpido con fuerza en las preferencias de los ciudadanos de la Región y actualmente ocupa el puesto 16 entre los nombres masculinos más populares. Muchas de estas apariciones de nombres poco comunes se deben a la presencia en un periodo concreto de artistas, deportistas y otras personalidades de distintos ámbitos.

Entre los nombres femeninos, destaca el caso de Martina, que actualmente es el cuarto más elegido, mientras que en los 80 se encontraba entre los últimos puestos, concretamente en el 583. También Valeria, en el quinto lugar desde 2020, se encontraba en el 254 en la década de los 90.

También cabe destacar la preferencia de muchas familias murcianas en la actualidad por nombres de niña como Laura y Sofía, que no cuentan con un solo caso registrado entre 1920 y 1930, así como en el extremo opuesto, las cero Josefas nacidas de 2020 a 2022 frente a las más de 16.316 acumuladas entre 1940 y 1970, con más de 5.000 en cada una de esas tres décadas.

Tanto Pablo como Alejandro, hoy en el 'top' tres, eran residuales a principios del siglo XX, mientras que algunos de los nombres que han llegado a copar los primeros puestos en otras épocas, como José o Francisco, han disminuido su prevalencia sensiblemente, aunque siguen lejos de caer en la irrelevancia como sí ha ocurrido con otros fruto de las modas.

Modas, Penchos y Daenerys

Un total de 522 nombres masculinos y 526 de mujer han aparecido y desaparecido en menos de 10 años, según las cifras del padrón continuo. Fenómenos fugaces que responden a un momento concreto y que han caído en el olvido. La mayoría de ellos son compuestos. La cada vez mayor predominancia de los nombres simples ha contribuido a su extinción, aunque también hay otros simples que han caído rápidamente en el olvido.

Es el caso, por ejemplo, de Casiano y Segismundo, que solo aparecieron en la década de los 40, y probablemente será el caso de algunos nombres relacionados con la serie 'Juego de Tronos', que han surgido en el decenio de 2020 como Daenerys y Arya para niña, dada su relación con el fuerte impacto de la serie, que previsiblemente se irá diluyendo en generaciones futuras. En el decenio de 2010, por ejemplo, las familias murcianas llegaron a decantarse por hasta 56 nombres únicos poco comunes, como por ejemplo Tarek, Roi, Otto, Nilo, Kiril, y Pencho, una clara referencia murciana que no se repite en ninguna otra comunidad autónoma.

Destacan los 35 niños llamados Luka en este periodo, probablemente relacionado con el ascenso deportivo del centrocampista del Real Madrid Luka Modric, que en esos años levantó cuatro copas de Europa. También hay 8 niños llamados Neymar. Mientras que se aprecian dos variaciones de Francisco. Por un lado, se registran 32 casos de Fran y, por otro, 31 repeticiones de Paco. Para niñas, aparecen en los primeros puestos varios nombres de origen árabe registrados únicamente entre 2010 y 2020, fruto de la natalidad de la población inmigrante.

Los hijos de la inmigración

El peso de la población marroquí, la nacionalidad extranjera más numerosa en la Región de Murcia, ha tenido un claro impacto en la evolución de los nombres. De forma tímida emergen los primeros ejemplos estadísticos en los años 80 y 90, pero no se dejan notar con fuerza hasta los decenios de 2000 y 2010. Hay que tener en cuenta que en a finales de los 90 había cerca de 8.500 marroquíes censados en la Comunidad frente a los cerca de 100.000 que hay en la actualidad. En la década de 2010, hasta el 18,2% de los nombres registrados en la Región son de origen marroquí. Entre ellos, los más repetidos son Mohammed (o Mohamed), Youssed, Anás, y Omar. En el mismo periodo los nombres femeninos marroqúes supusieron un 22,3% del total de niñas, con Aya, Fátima, Malak, Salma, Marwa y Yasmín como los más comunes.

El segundo grupo de población extranjera con mayor representación en la Comunidad es el ecuatoriano, aunque en este caso resulta imposible identificar su influencia con precisión, ya que la práctica totalidad de los nombres son de origen latino. En todo caso, los datos publicados por el INE a nivel nacional señalan las preferencias por los nombres compuestos como María Fernanda y Diana Carolina en el caso de las mujeres y Juan Carlos, Carlos Alberto y Luis Fernando en el caso de los hombres. El tercer grupo por peso poblacional entre los extranjeros es el de los británicos, pero apenas se encuentran nombres de origen anglosajón entre los nacidos en la Región de Murcia.

Ascenso y caída de los nombres compuestos

Lo que parece claro es que las familias murcianas se decantan en su gran mayoría por los nombres simples frente a los compuestos. Así ocurre en casi nueve de cada diez casos de niños (88,5%) y la práctica totalidad de las niñas (95%). El amplio predominio de nombres simples ya se dio entre los años 20 y 30, con porcentajes de nombres de una sola palabra tanto en los ámbitos masculino y femenino superiores al 80%.

Sin embargo, no ha sido así a lo largo de toda la serie histórica. Entre los 60 y los 70, los nombres simples perdieron peso frente a los nombres compuestos, llegando a su mayor pico en la década de los 70, cuando dos de cada tres niños y una de cada dos niñas fueron designados con nombres compuestos. Desde ese momento, la proporción de nombres simples ha ido en un ascenso imparable, en una clara apuesta por la sencillez. Tanto es así que esos nombres simples se han ido volviendo a su vez cada vez más cortos.

Mientras en los años 30 el número medio de letras que formaba cada nombre era casi de 7 (6,93) en los años 2010, la media no llega a 6 (5,83). Esta misma tendencia también aparece en los nombres compuestos aunque con menor intensidad. Ian, Jon, Kai, Teo, Roi o Pío son algunos de los nombres más cortos registrados, con solo 3 letras, mientras que Abderrahmane, Buenaventura y Hermenegildo son los más largos con 12 letras.

María y Pablo resisten

Solo 55 nombres han sobrevivido a lo largo de los últimos cien años, contando con representación en todas las décadas. De estos nombres clásicos, María y Lucía son los que han conservado mayor popularidad. La mayoría de estos nombres son simples, y solo ocho, compuestos. En el caso de los niños, Pablo, Alejandro y Martín son los tres más populares entre aquellos que se han mantenido a lo largo de los años. En el lado contrario se sitúan los nombres tradicionales que se han extinguido por completo con el paso de los años. Es el caso de Brauila, Eleuteria, Fausta y Felicitas, de los que ya no hay casos.

Cabe destacar que en el acumulado de los últimos cien años, el nombre más común para hombre ha sido Antonio, con un total de 36.294 personas. En mujeres predomina María, con 29.621. La diferencia es que mientras Antonio ha caído al octavo lugar del 'ranking' en los últimos años, María continúa siendo el más popular.

También hay nombres que alcanzaron gran popularidad en las primeras décadas del siglo XX y que se han vuelto mucho menos frecuentes. Así sucede con Ginés, Salvador, José María y Juan Antonio en el caso de los hombres y con Antonia, Juana, María Dolores y María del Carmen en el de las mujeres. La tradición hace hueco a los nuevos gustos.

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