Amancio Marín, un gestor de ida y vuelta a la sanidad pública

La vida, a veces, imprime giros de guión inesperados. Amancio Marín (Uchda, Marruecos, 1971) asumió hace dos meses la gerencia de los hospitales de Ribera Salud en la Región. El encargo era jugoso: impulsar el desembarco en la Comunidad de uno de los principales grupos empresariales de la sanidad privada. Bajo el paraguas de Ribera se encuentran los centros médicos Virgen de la Caridad de Cartagena y Caravaca de la Cruz, así como el Hospital de Molina.

Pero a Marín apenas le había dado tiempo a desembalar las cajas en el nuevo despacho cuando recibió desde la Consejería de Salud y el Servicio Murciano de Salud (SMS) una oferta que no ha podido rechazar: la dirección del Área I de Salud (Murcia Oeste) y de su hospital de referencia, el Virgen de La Arrixaca. «Era una oportunidad. Por la dimensión y trascendencia que tiene esta área, es un sueño para un gestor», confiesa. La Arrixaca no solo es el principal hospital de la Región de Murcia. Es un centro de primer nivel, situado por tanto en la élite sanitaria del país, y a sus muchas unidades de referencia se une la docencia, con el campus de la Salud de la Universidad de Murcia integrado en el complejo de El Palmar, y una creciente actividad científica de la mano del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (Imib).

Así que Marín, cuyo nombre ya había sonado para la gerencia del Servicio Murciano de Salud, vuelve a la sanidad pública regional después de 25 años dedicado a la gestión sanitaria, buena parte de ese tiempo en el sector privado.

Marín estudió Medicina en la Universidad de Murcia por una vocación que le venía de familia. Su padre era médico, como también varios de sus tíos. Su familia paterna procede de El Niño de Mula, y la materna de Granada, pero Amancio Marín nació en Uchda, Marruecos, porque allí ejerció durante un tiempo su padre. Cuando cumplió un año, la familia regresó a la Región de Murcia. Así que su infancia la pasó en El Niño de Mula, y después cursó el bachillerato en Yecla. Tras completar Medicina, consiguió plaza de Medicina de Familia en el examen MIR.

Se formó en el Morales Meseguer y en el centro de salud de Santa María de Gracia, con Manoli González como tutora. «Fue una etapa que disfruté mucho; conocí una especialidad que creo que tiene mucho que decir en el futuro de la medicina: se trata de atender al paciente en su entorno, y con la vista puesta en la prevención y la promoción de la salud», reflexiona.

Con todo, su verdadera vocación eran las Urgencias hospitalarias. De hecho, es en el servicio de Urgencias de Los Arcos donde tiene su plaza.

Pero, en realidad, a lo que se ha dedicado Amancio Marín es a la gestión. Con apenas 28 años, el entonces director gerente del Hospital de Molina, Francisco Guirado, lo convirtió en su mano derecha, al situarlo en la dirección médica. De ahí saltó al Hospital Reina Sofía como subdirector médico, primero, y, después, como director médico.

Es una etapa que recuerda con cariño y en la que forjó una sólida amistad con su equipo, del que formaba parte el actual director médico del Reina Sofía, Fernando de la Cierva. «Amancio es una persona muy inteligente; sabe delegar y tiene mano izquierda cuando hay que mediar en algún conflicto, pero también tiene las ideas claras y es muy firme cuando toca defenderlas», cuenta De la Cierva. De aquel equipo formaba parte también Irene Marín, la actual directora general de Asistencia Especializada del SMS.

En 2019, Amancio Marín volvió a la sanidad privada, como director asistencial de Quironsalud Torrevieja. Ahora, regresa a la sanidad pública para asumir el mayor reto de su carrera profesional.