Las altas temperaturas adelantan la polinización y los síntomas alérgicos

Si bien es cierto que la polinización del ciprés suele empezar en invierno, los picos aparecen generalmente en marzo. Este año, sin embargo, en la segunda semana de febrero ya se habían alcanzado niveles moderados de concentración de polen de cupresáceas en Cartagena y, sobre todo, en Murcia. Así se recoge en la página web de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), con datos recogidos por la Red de Aerobiología de la Región de Murcia y la UPCT. «Aunque todavía no estamos en niveles altos, llama la atención que la polinización se haya adelantado unas tres semanas con respecto al año pasado. Esto se debe a las altas temperaturas que tenemos», explica Juan Carlos Miralles, jefe de Alergología del Hospital Reina Sofía.

Para el responsable del servicio de Alergias de La Arrixaca, José Damián López, este adelanto no es, sin embargo, tan significativo. «Realmente, la polinización del ciprés comienza en enero o febrero, aunque el año pasado el pico llegó en marzo», señala.

En cualquier caso, el cambio climático es ya una evidencia, y esto afecta a los alérgicos. El año 2023 fue el más cálido jamás registrado, y el aumento de las temperaturas fue especialmente marcado en la Región de Murcia. De acuerdo a los datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), la temperatura media se situó en 20,6 grados en la Región, lo que supera en 2 grados al promedio del periodo 1981-2010. A esto se añadió la falta de lluvias.

En este clima cada vez más cálido, los periodos de polinización tienden a alargarse, avisa Juan Carlos Miralles. Al igual que ha ocurrido con el ciprés, la polinización de otras plantas se adelantará previsiblemente esta primavera y se mantendrá durante más tiempo, explica el alergólogo. Eso sí, al haber llovido poco, quizá los picos sean de menor intensidad.

Aunque esto depende. «La falta de lluvias afecta a las gramíneas. De hecho, el año pasado ya tuvimos menores niveles de este polen», explica Miralles. Lo mismo ocurre con la parietaria (urticáceas), una planta habitual «en zonas húmedas de la huerta». Los gráficos de la SEIC reflejan una disminución progresiva de las gramíneas en la Región en la última década. Pero la falta de lluvias no es un problema para la salsola (amarantácea), una maleza que en la Región está muy extendida. De hecho, es el segundo polen más habitual, después del olivo, que tampoco necesita de grandes precipitaciones.

Los datos de la SEIC revelan cómo las concentraciones acumuladas de polen han ido aumentando a lo largo de la última década. Los niveles son sensiblemente más altos desde 2020, especialmente en Murcia.

Junto al progresivo aumento de las temperaturas, la contaminación es otro factor a tener en cuenta. Los cada vez más habituales episodios de polución en Murcia, con elevados niveles de partículas PM10 y PM2.5, pueden exacerbar los síntomas de los alérgicos. «La contaminación es relevante. Empeora los síntomas porque produce irritación, pero además las partículas de polen expuestas a las partículas diésel son más agresivas, porque aumenta la expresión de sus proteínas de defensa», explica el alergólogo Juan Carlos Miralles.

Ante todo este cóctel, los expertos recomiendan a los pacientes con sintomatología alérgica, y especialmente a quienes presentan asma, consultar los niveles de polen y la calidad del aire. Si la contaminación es elevada es aconsejable protegerse con mascarilla FFP2.