Un pequeño tiburón siembra el pánico en Arenales del Sol tras morder a un bañista
El hombre, de 40 años, notó la dentellada en la mano cuando tenía el agua por la cintura y fue trasladado al Hospital del Vinalopó
María Teresa Bolívar
Sábado, 30 de julio 2016, 00:34
Un tiburón de pequeño tamaño, en concreto una tintorera, sembró ayer el pánico en la playa de Arenales del Sol, en el término de Elche, tras atacar a un bañista de 40 años, que acababa de meterse al agua, en la zona situada a la altura de la calle San Sebastián, frente a una de las áreas de restaurantes de la pedanía, la más cercana a El Altet. El suceso ocurrió en torno al mediodía, cuando C.R.M. se adentraba en el mar, que en esos momentos estaba en calma, por lo que nada hacía presagiar lo que poco más tarde ocurriría. Cuando tenía el agua a la altura de la cintura y se disponía a zambullirse, notó una dentellada en la mano derecha y vio a «un pez de gran tamaño» alejarse, según contaron algunos testigos.
Asustado por la espectacularidad de la herida, en el dorso de la mano, entre los dedos índice y pulgar, salió del agua pidiendo auxilio y fue atendido de inmediato por los socorristas del puesto situado en ese punto de la playa. Allí le practicaron una primera cura, pero el responsable del servicio de socorrismo en el litoral ilicitano, Antonio Tarí, de DYA, que se desplazó rápidamente hasta el lugar de los hechos, y los agentes de la Policía Local decidieron trasladarle en ambulancia al Hospital del Vinalopó -al que pertenece- para suturarle y comprobar si la herida revestía consecuencias más graves o había afectado a algún tendón. «En nueve años de servicio nunca había visto nada igual», indicó Tarí, quien comentó que el tipo de bocado no se ajusta al de otras mordeduras como las del pez araña, «sino al de una tintorera».
El dispositivo de seguridad se activó de inmediato, se izó la bandera roja por precaución, tanto en Arenales como en El Altet, y las motos acuáticas del servicio de socorrismo y la lancha de la Policía Local se lanzaron al agua para advertir con señales acústicas a los bañistas para que salieran del agua, al tiempo que seguían inspeccionando la zona en busca del pequeño escualo. Durante dos horas, el baño quedó restringido, hasta que se pudo restablecer la normalidad, una vez terminadas las necesarias comprobaciones preventivas, que fueron seguidas desde la orilla por decenas de ciudadanos.
El suceso causó una gran conmoción entre los vecinos que veranean en la pedanía, que este año se han visto sorprendidos por una mayor presencia de medusas en la playa, pero no esperaban sentirse amenazados por una especie de ese tipo, casi en la orilla, donde todos los días disfrutan del baño cientos de niños.
Si en los últimos días el tema monográfico en Arenales del Sol había sido la retirada de la lona que cubría las obras del hotel, cuya remodelación está parada por orden de la Dirección General de Costas, las conversaciones de ayer giraron por completo y fueron monopolizadas por el percance vinculado al ataque del tiburón.
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