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El reloj de la Villa de Alhama, en la torre de la iglesia de San Lázaro, se paró a las doce en punto del pasado sábado. Y no ha vuelto a funcionar. Desde hace 16 años, el mantenimiento del reloj es responsabilidad de Pedro Díaz, ... jardinero municipal. Este hombre transmitió hace unos días sus quejas al Consistorio debido a la suciedad e insalubridad del campanario, en especial por los excrementos de paloma, las que campan a sus anchas por el lugar. En su última visita salió lleno de picotazos, lo que indica que podrían ser pulgas o «algún tipo de ácaro», como indica el propio Díaz.
«El reloj y su caja de madera están limpios, pero el entorno está muy sucio por los excrementos de palomas», según el jardinero municipal. Desde el Consistorio aseguran que están pendientes de realizar una desinfección del campanario, así como que estudian medidas disuasorias contra las colúmbidas y la suciedad que generan. El actual reloj de la Villa es un ejemplar de la marca vitoriana Viuda de Murua. Como este ejemplar se construyeron 800 unidades, de los que apenas queda un centenar en activo.
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