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Los estudiantes, este martes, en el campus de Espinardo.

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Los estudiantes, este martes, en el campus de Espinardo. Javier Carrión / AGM

Más de 7.700 alumnos estrenan la nueva PAU entre nervios, atascos y presión por las notas de corte

Las chicas, un 57,6% del total, son mayoría entre los estudiantes

Martes, 3 de junio 2025, 10:08

Los modelos de examen son nuevos, y los 7.775 alumnos de Bachillerato que a esta hora han comenzado a responder las preguntas de la prueba de Lengua Castellana y Literatura son también novatos. Todo lo demás, colas, atascos, nervios expectantes, la sensación de estar cruzando la puerta a una nueva vida, la ilusión ansiosa por lograr una plaza en el grado deseado, se repite desde hace cincuenta años en la Universidad de Murcia y la Politécnica de Cartagena con cada nueva convocatoria de acceso.

Casi 9.000 estudiantes (si se incluyen los que se presentan a la fase voluntaria) enfrentan desde este martes y hasta el jueves los exámenes de la nueva Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), que concentran en 12 sedes de siete municipios a los futuros universitarios murcianos. Las pruebas, que este año abandonan el 'modelo Covid' y añaden un punto de dificultad al rebajar la opcionalidad, se estrenan en toda España, e incluyen por primera vez preguntas competenciales, que obligan a los estudiantes a aplicar lo aprendido.

Nerviosos, como casi manda la tradición, muchos de esos estudiantes llegaban al campus de Espinardo sobre las ocho y media de la mañana entre atascos, ya que al intenso flujo de tráfico por la prueba se añadía un accidente por alcance que ha provocado retenciones. «Casi no llego, he pasado veinte minutos atascada de pánico», comentaba aún sofocada Martina, alumna del IES Alfonso X y aspirante a estudiar ADE. A la joven la media no le inquieta demasiado porque el grado no tiene la nota muy alta. Algo más removido, Marcos Cruz, alumno del IES Ramón y Cajal, recalculaba las décimas que debe arañarle a las pruebas para entrar en Psicología. «Está ajustado, pero si me va bien llegaré». Después de dos semanas de estudio intensivo (y dos años de Bachillerato), el joven partirá por toda Europa en Interrail en cuanto termine las pruebas.

Los estudiantes, este martes, en Cartagena. J. M. Rodríguez / AGM

Preocupados por la media y por el estreno del modelo de examen, quienes compiten por una plaza en los grados con las notas de corte más altas enfrentan las pruebas inquietos también por la posible competencia de los estudiantes que realizaron la PAU el pasado año, con menor dificultad, y pueden solicitar plaza también este año con su nota conservada. Según los cálculos de la UMU, 1.142 estudiantes se presentan solo a la fase voluntaria, bien porque quieren subir nota o porque proceden de los grados superiores de FP. Entre los alumnos que realizan la PAU, las chicas son mayoría, con un 57,6% sobre el total.

Los estudiantes han accedido a sus aulas a las nueve menos cuarto, después de depositar sus mochilas, móviles, relojes inteligentes y cualquier dispositivo en una esquina de la sala del Aulario Norte, una de las más numerosas. 390 evaluadores, 15 asesores, 16 psicólogos, 80 trabajadores de gestión y 18 trabajadores de sedes trabajarán estos tres días para que las pruebas, nada menos que 63.000 copias de exámenes, se desarrollen con normalidad.

Los estudiantes, este martes, en Lorca. Gonzalo J. Martínez / AGM

El formato de exámenes que a estas horas realizan los alumnos se ajustan en realidad al modelo de transición. La vicerrectora de Estudiantes de la UMU y presidenta de la comisión organizadora de las pruebas, Sonia Madrid, ha explicado que las universidades siguen trabajando por un modelo común, que el próximo curso alcanzará mayor grado de homogeneidad y competencialidad. El director general de Universidades, Antonio Caballero, ha confirmado que la Comunidad está dispuesta a adaptar el modelo que decidan las universidades: «Siempre hemos abogado por una mayor uniformidad en las pruebas», asegura.

Las pruebas se desarrollan con normalidad a estas horas en las doce sedes, que han resuelto las incidencias que se han ido presentando: una alumna realiza los exámenes en el hospital porque está ingresada, otro en una sala especial porque fue intervenido el fin de semana de apendicitis, y varios estudiantes de la ONCE con requerimientos especiales realizan los exámenes adaptados a sus necesidades.

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