Vélez incendia el PSOE

Tiene nombre de cantante melódico, pero cuando se sube al escenario y le sale la vena mitinera, hay que ponerse a cubierto. Es José Vélez, alcalde de Calasparra y furibundo seguidor del ex secretario general del PSOEPedro Sánchez, de quien se ha convertido en uno de sus principales guerrilleros después de incendiar la campaña de las primarias con su intervención en el mitin de su líder en Murcia, el pasado domingo, en el que dijo de la gestora que «pasará a la historia por sus prácticas mafiosas» y a la que acusó de haber dado «un golpe de estado político», además de despotricar sobre Susana Díaz, a la que denominó 'La Faraona' y culpó de «arrodillarse ante Rajoy».

Las invectivas del regidor sonaron como un cañonazo en una campaña más reñida de lo que se preveía en un principio tras la exhibición de los 'pedristas' con la recogida de avales y a una semana del debate entre los tres candidatos que puede condicionar el votación del 21 de mayo. Las descalificaciones de Vélez, que han llegado a eclipsar el discurso de su jefe de filas, hicieron que las redes sociales echaran humo y desencadenaron un cuerpo a cuerpo verbal de dimensiones nacionales entre los defensores de una y otro.

La portavoz de la candidatura de Susana Díaz, Pilar Alegría, denunció el «silencio cómplice» de Pedro Sánchez por haberse negado a desautorizar las «barbaridades» pronunciadas por Vélez, a pesar de que ayer se le preguntó expresamente por ellas en un acto en Madrid. «Mucho más grave «que esas difamaciones» e «insultos», que «son muy dañinos y falta el respeto a muchos compañeros», es la actitud de «una persona que quiere dirigir el partido», que tendría que «por lo menos desautorizarlos», dijo la secretaria de Organización del PSOE de Aragón.

El portavoz de la candidatura 'pedrista', Alfonso Gómez de Celis, tampoco quiso reprobar al alcalde de Calasparra, y se limitó a pedir sosiego. «Todos debemos serenarnos» y «rebajar la tensión», comentó.

En Twitter se creó el hashtag #JoséVelezDimisión, que recogió decenas de comentarios de defensores y detractores, entre ellos el de la secretaria del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, conocida por su frase 'la autoridad soy yo' en plena crisis del partido en otoño pasado, para quien «no se puede aspirar a ser secretario general del PSOE y permitir que en tus mítines se insulte a compañeros».

Eduardo Madina y Elena Valenciano también censuraron las palabras de Vélez y hasta el presidente valenciano, Ximo Puig, fue interpelado por ellas: «Respeto incluso a quienes no me respetan, y cada uno se retrata con lo que dice», fue su respuesta.

Fijación con la gestora

Para todos ellos, Vélez ha sido un descubrimiento, pero en Calasparra es conocido, sobre todo por la oposición, su verbo fácil y punzante. Hace un mes ya se despachó a gusto con la gestora federal en unas declaraciones a Televisión Digital Calasparra, en las que explicaba la afiliación a la agrupación local socialista de 67 personas de una sola tacada y cuyas altas fueron abonadas con una misma tarjeta de crédito.

En dicha entrevista calificaba a la gestora, a la que acusaba de no querer dar por buenas las 67 altas, de «indecente, inútil e incompetente», de «beneficiar de forma intencionadamente a un candidato» y de «poner trabas a los nuevos militantes». «Más bien al contrario -añadía-, lo que le gustaría es echar a unos cuantos para asegurarse que consiguen lo que pretenden». «Ni siquiera nos han llamado para informarse -proseguía el alcalde sobre la gestora y el caso de la afiliación colectiva-, supongo que ellos están haciendo ilegalidades tan grandes que no necesitan saber qué hacemos nosotros porque nos superan por todos lados».

Vélez, uno de los políticos más reclamado en las últimas horas por los medios de comunicación, optó ayer por la discreción para no alimentar la polémica. Según fuentes municipales citadas por Efe, por la mañana acompañó a vecinos del pueblo alemán de Donzdorf que se encuentran en Calasparra en un viaje de hermanamiento.