Las acusaciones no harán frente común en la recusación de Pérez-Templado

La recusación al magistrado del 'caso Auditorio', Julián Pérez-Templado, no provocará la formación de un frente común entre las tres acusaciones particulares del proceso, lo que resta opciones para que esa iniciativa procesal acabe saliendo adelante. La petición de que el instructor renuncie a seguir tramitando esas diligencias o de que, en caso contrario, sea la Sala de lo Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) la que lo aparte, por estimar que existen dudas acerca de su imparcialidad, la presentó esta semana el letrado Marcos Sánchez Adsuar, que representa a un exconcejal socialista de Puerto Lumbreras, Antonio López.

A priori no se podía descartar que las otras dos acusaciones particulares, la ejercida por Podemos y la que impulsa el PSOE de Puerto Lumbreras, pudieran optar por respaldar el incidente de recusación; una circunstancia que habría dotado de mayor consistencia a esa iniciativa, ya que habría quedado de relieve que todo un flanco del proceso -el de los acusadores privados- consideraba que existían razones, objetivas o subjetivas, para cuestionar la imparcialidad del magistrado, o al menos la apariencia de imparcialidad.

No parece, sin embargo, que esa situación vaya a producirse. Por el momento, fuentes del proceso consultadas por 'La Verdad' daban ayer tarde por hecho que José Miguel Muñoz Andreo y Julio Pérez, que defienden los intereses de los socialistas de Puerto Lumbreras, no se sumarán a los argumentos ofrecidos por su colega Marcos Sánchez Adsuar.

Aunque la decisión no estaba cerrada, siempre según esas fuentes, esta acusación particular parecía haber optado por mantener «una posición de prudencia», por considerar -en primer lugar- que no existe en estos momentos base legal suficiente para tratar de forzar la salida de Pérez-Templado. Pero, fundamentalmente, según las fuentes reseñadas, porque «quieren evitar darles nuevas oportunidades al investigado Pedro Antonio Sánchez y a quienes lo defienden a ultranza de insistir en que existe una persecución», en la que desde algunos ámbitos políticos se estaría echando mano de cualquier recurso para tratar de criminalizarlo. La posición, así, consistirá «en dejar actuar a la Justicia y en aceptar cualquier decisión que pueda adoptar, sea en el sentido que sea, tanto respecto de la recusación del instructor como de cualquier otro aspecto del 'caso Auditorio'».

Podemos se lo piensa más

Tampoco ayer tarde parecía totalmente decidida la postura que adoptará Podemos, cuya representación viene asumiendo el abogado Ginés Ruiz Maciá. Otras fuentes consultadas por este periódico señalaron que esta parte «no parece que vaya a cargar especialmente las tintas contra Julián Pérez-Templado», aunque no se descarta que finalmente opte por pedir que el magistrado se abstenga o sea apartado de la instrucción, no tanto por dudar de su imparcialidad como por «la imagen que se ha proyectado» a la sociedad. Una referencia que apunta a la fotografía, publicada por 'La Verdad', en la que se veía a Pérez-Templado tomando una cerveza con el exconcejal y actual miembro de la dirección regional del PP Cosme Ruiz, al día siguiente de que Pedro Antonio Sánchez hubiera prestado declaración ante ese mismo juez.

Las mismas fuentes dieron por hecho que todas las defensas, en bloque, defenderán que el magistrado debe seguir coordinando la instrucción del 'caso Auditorio' y no esperaban que la Fiscalía Superior de la Región se sumara a la recusación, aunque tampoco se atrevían a descartarlo por completo.

Las partes disponen hasta el miércoles para pronunciarse al respecto. Si el juez no se abstiene de seguir instruyendo, será la Sala la que tenga que pronunciarse.