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Una ambulancia en la puerta del CIE, la noche del miércoles, tras producirse el motín en el que se fugaron 67 internos.

Convivir sin racismo pide al juzgado que cierre el centro de extranjeros

Denuncia que los internos están hacinados y que se incumple el tuno de visitas de las ONG fijado en un auto

Jorge García Badía

Sábado, 8 de octubre 2016, 01:54

El motín del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Sangonera ha terminado en los juzgados. La ONG Convivir sin racismo presentó ayer un escrito, ante el Juzgado de Instrucción número de 9 de Murcia, en el que solicita que ordene la clausura de las instalaciones. La organización tramitó la solicitud ante el citado órgano porque es el que tiene funciones de control jurisdiccional sobre el CIE, y justifica su petición por «la gravedad de los hechos ocurridos», en referencia al motín del miércoles.

A principios de esta semana, el centro recibió de una tacada a 50 inmigrantes en situación irregular procedentes de Valencia, elevando la cifra de internos de 83 a 133, hasta rozar el tope del aforo. Esta situación, sumada a la falta de efectivos policiales, según denunció el Sindicato Unificado de Policía, permitió a algunos internos planificar un motín la noche del miércoles. La revuelta se saldó con 67 fugados y cinco policías nacionales lesionados tras ser atacados con extintores.

La ONG relata al juez que el centro «no cuenta con todas sus instalaciones operativas». Una de las dos salas de ocio está cerrada por los destrozos que sufrió en otra trifulca ocurrida en septiembre de 2015, y la organización denuncia que ello provoca un «claro hacinamiento de internos». Y añade que no se cumple con el reglamento de funcionamiento y régimen interior vigente desde abril de 2014 en todos los CIE de España. «Hemos comprobado que las deficiencias estructurales, la forma en que se organiza y las normas que regulan su funcionamiento ponen en riesgo tanta a los trabajadores como a las personas internas».

También alerta de que la presencia en el último mes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) «está provocando un clima de tensión extraordinario en la convivencia». En el escrito subrayan que se está incumpliendo el auto que el Juzgado de Instrucción número de 9 de Murcia emitió en julio de 2013 y que fijaba el horario de visitas de las ONG al centro de extranjeros. El auto establece que podrán acceder todos los días del año, de 10 a 13 horas y de 16 a 19 horas. Pero Convivir sin racismo informa de que «nos hemos encontrado con nuevos obstáculos para realizar nuestra tarea, con recortes en el horario de atención y multiplicando las trabas para poder realizar las visitas solicitadas, no permitiendo la entrada, en el mejor de los casos, hasta las 17.30 horas o 18 horas».

La Delegación no responde

El escrito concluye solicitando al juez que adopte medidas para garantizar el acceso de las ONG y la asistencia de intérpretes para los inmigrantes. También que determine el número de personas que pueden albergar las instalaciones y que inste a los servicios médicos del CIE a que remitan al juzgado «los partes médicos de lesiones sufridas por los internos». La Delegación del Gobierno no quiso contestar ayer al escrito de Convivir sin racismo.

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